Empresarios y sindicatos reafirman su postura favorable a la integración en la CEE
Los calificativos de «electoralismo» al discurso del presidente francés han sido unánimes en todas las declaraciones y comunicados emitidos por las distintas organizaciones empresariales y sindicales españolas, nada más conocerse la propuesta de Giscard de retrasar el ingreso de España en la CEE.En algún caso, como el de la COAG, se culpa también al ministro Calvo Sotelo por su negativa a informar de la marcha de las negociaciones de adhesión a la CEE a los agricultores españoles.
La mayoría de las fuerzas sociales, sin embargo, confían en que la postura francesa sea meramente coyuntural.
CEOE: «electoralismo de Giscard»
«Era de esperar que el presidente Giscard, ante las perspectivas de las elecciones presidenciales de la primavera de 1981, tomara distancias frente al proceso de adhesión de España a las Comunidades. El único factor sorpresa lo constituye el hecho de que esta toma de posición se produzca en términos contundentes y con tanta antelación respecto a esas elecciones», manifestó ayer -en una nota pública- la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
La nota indica más adelante que «la CEOE ha estado siempre a favor de la adhesión de España a las Comunidades, entre otras razones porque entiende que el empresariado español precisa que se aclare su horizonte, tanto en cuanto al papel que nuestro aparato productivo debe jugar dentro del ámbito europeo, como en cuanto al modelo de sociedad, economía y relaciones industriales que deben prevalecer en España».
La adhesión de España a la CEE también planteará problemas internos de remodelaciones a nuestro país, al igual que los provocará en el seno de la Comunidad; por ello, tras la entrada en vigor del tratado de adhesión deberá procederse a un amplio período de readaptación por ambas partes. Pero esos problemas internos no deben conducir a la conclusión de Giscard -dice la CEOE- de retardar la adhesión.
Cámaras de comercio: no al retraso en la integración
«Como presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, soy totalmente contrario al retraso de nuestra entrada en la CEE, y en ese sentido creo que es importante destacar la nítida posición de defenda de los intereses españoles, sostenida recientemente por el ministro Calvo Sotelo en Bruselas, a la que me adhiero totalmente», declaró a Efe José María Figueras.
Para Figueras, el plazo fijado, hasta enero de 1983, incluye un plazo más que suficiente para la negociación.
«En primer lugar, yo haría dos precisiones. Por un lado, habría que conocer con más detalle el sentido de la palabra "pausa" en las declaraciones del presidente Giscard. Y, por otro, hay que tener en cuenta que este tipo áe declaraciones son claramente electoralistas, y como tal hay que tornarlas», declaró a Efe José Luis Cerón, vocal del Círculo de Empresarios.
«En mi opinión, es imprescindible que se cumplan los plazos fijados para la negociación, sin perjuicio de que se fije un período de transición más largo del inicial. En cuanto se firme el tratado de adhesión, se suprimirán gran parte de las incertIdumbres actuales para todos los sectores económicos».
CC OO: la adhesión favorece a los trabajadores
Antonio Vargas, secretario general de CC OO del Campo, reiteró a Efe la posición de su sindicato, favorable a la integración española en la CEE, «ya que entendemos que Europa es el marco fundamental de nuestra actividad económica y comercial, y que más nos vale estar dentro que fuera». El ingreso de España, según este dirigente, favorece a los trabajadores españoles, pero debe ser el resultado de negociaciones «que deben hacerse sobre la base de la transformación de las estructuras agrarias españolas, que son realmente medievales».
«La actitud de Giscard nos parece una simple y pura maniobra electoralista», que puede ser «simpiemente coyuntural y, en un futuro, cuando pasen las elecciones de 1981, el presidente francés podría volver a sus posiciones anteriores.
UGT: Giscard perjudica a la CEE
«UGT lamenta las Incomprensibles declaraciones del presidente Giscard, que afectan y perjudican a la CEE en su conjunto. Las repercusiones, si Francia persiste en esta actitud de oposición a la entrada de España, serían importantes en los distintos sectores de la economía», afirma en una nota el sindicato socialista.
«La única explicación a este cambio de postura del presidente francés está en razones electoralistas, teniendo en cuenta que el público ante el que hablaba eran campesinos del sur de Francia».
«De cualquier forma, para nosotros, la solución a los problemas de los agricultores franceses la debe encontrar el Gobierno galo, y no vetando la entrada de España en la CEE».
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