Los gestores de la guardería Pulgarcito solicitan la mediación del vicario general

Una comisión de educadores y padres de niños de la guardería Pulgarcito, del barrio de San Blas, ha solicitado una entrevista con el vicario general de la diócesis de Madrid-Alcalá, José María Martin-Patino, para estudiar la situación del centro ante la polémica surgida en cuanto a su titularidad, entre la parroquia de la Virgen del Mar y los educadores y padres. Hasta el momento, los representantes parroquiales han excusado su asistencia a las asambleas para estudiar el tema de la finalización del contrato. Según la dirección del centro, con esta entrevista se quiere la mediación del arzobispado para evitar un enfrentamiento entre ambas partes.

La actual situación está motivada por el comunicado enviado por el vicario de la zona, Luis Maicas, a la dirección de la guardería, para notificar que no será renovado el contrato de utilización del centro por impartir una enseñanza antírreligiosa, anticristiana y antiparroquial, El contrato finalizará el próximo 1 de agosto y a partir de esa fecha se hará cargo de la guardería otro grupo pedagógico, designado por los regentes de la parroquia. En el escrito del vicario de la zona se comunica que el centro ha sido cedido por la iglesia, y la parroquia quiere asumir ahora la responsabilidad de la guardería.Según los educadores, el edificio fue construido en 1971 con un presupuesto cedido por el Ministerio de la Gobernación en un 75% y aportaciones hechas por Cáritas. La iniciativa había surgido de un grupo de asistentes sociales del barrio que desde años antes habían creado unas guarderías en unos sótanos. En 1972 se inicia el funcionamiento en el nuevo local.

Dos años más tarde se solicita la categoría de guardería laboral y figura como titular la parroquia, y como entidad jurídica la Asociación Jardín de Infancia Pulgarcito. Hasta el año 1976, las relaciones entre ambos grupos fueron de buena voluntad, según las mismas fuentes, pero al solicitar una participación en el centro los educadores y padres, la parroquia señaló que era la única responsable, y retuvo la subvención que la guardería recibía del ministerio. Durante el curso siguiente continuaron las relaciones tirantes, y al llegar 1978 se firmó un contrato con la parroquia, por el que se cedía la gestión por dos años a los padres y educadores.

La financiación está apoyada por una subvención ministerial, que alcanza en algunos casos las 2.000 pesetas al mes por niño, y las cuotas pagadas por los alumnos van desde las quinientas pesetas mensuales hasta las 6.500, según los estratos económicos de los padres. La gestión es llevaba al 50% entre padres y educadores, con voto de calidad de los primeros.

No hay discriminación

En el pasado mes de abril, los gestores pidieron la iniciación de negociaciones para la renovación del contrato y entregaron a la parroquia un informe educativo, económico y de funcionamiento del centro. Los padres de los niños, que apoyan la gestión llevada a cabo, pidieron contestación al informe, y ésta llegó en el comunicado del vicario de la zona, pidiendo que se devuelva la gestión a la parroquia.El 7 de mayo se celebra una asamblea, en la que los padres apoyan la trayectoria de la guardería y señalan que la amenaza del vicario va directamente contra ellos por ser parte gestora; consideran la postura del arzobispado como una intromisión en la tarea educativa, que les compete enteramente a ellos, y señalan su intención de conseguir la continuidad de la guardería, tal como viene funcionando hasta el momento. Avalan este comunicado más de cien firmas de padres. En el centro se educa actualmente a unos 130 niños.

Además, señalan fuentes de la dirección, es falso que se discrimine la inscripción de niños según la ideología de los padres. Se les ha acusado de rechazar una petición de un policía nacional y en el centro hay hijos de agentes de este cuerpo. Durante el día de ayer, jueves, dos esposas de policías fueron a solicitar el ingreso de sus hijos bajo recomendación de otra esposa de policía nacional, según fuentes de los educadores.

Dos nuevas asambleas se celebraron en estas semanas precedentes. A ambas fueron invitados representantes de la parroquia y de la vicaría. En la primera apoyaron la gestión y continuación del sistema actual las entidades ciudadanas, culturales, partidos y centrales sindicales del barrio. A la segunda fueron invitados los representantes religiosos por el concejal del distrito; pero no acudieron a ninguna.

La dirección del centro, que ayer anunció la entrega del informe elaborado por las entidades del barrio en una concentración ante la parroquia, a las siete de esta tarde, manifestó a este periódico que las acusaciones de enseñanza antirreligiosa son falsas, por el hecho de que allí no se imparte ninguna enseñanza religiosa, por no entenderla propia para la edad de los niños, que oscila entre el nacimiento y los seis años. «Nuestra educación», manifiestan, «sólo intenta hacer capaces a los niños de poder elegir libremente sus ideas, fomentando el desarrollo de su personalidad».