Después de Suárez, ¿quién?
Para ser presidente de un Gobierno democrático se necesitan algunas condiciones. Fundamentalmente tres: saber hablar en público, saber coordinar y dirigir a un equipo de hombres importantes y saber a dónde se va políticamente. Tras la última crisis política que culminó en el tormentoso y brillante debate parlamentario del 20 y 21 de mayo, Suárez ha demostrado que carece de las tres. Y, lo que es peor, alguna de esas virtudes la tenía, y ahora la ha perdido. (...)La voz de la calle ya no es unánime, y Suárez, el gran auscultador, ya no sabe cómo gobernar. Hasta ahora ha tratado de lograr consensos muy amplios con socialistas, comunistas, -aliancistas y quien sea para reproducir en falso una voz unánime de la calle que no existe ya. Resultado: Gobierno a salto de mata, Gobierno a la espera de la crisis, Gobierno cada vez más imposible y peor. Resultado también: cansancio y hastío del país por una política que no se entiende y unas instituciones que funcionan en secreto y mal.
Todo eso terminó con la moción de censura socialista. Y también terminó el Suárez que conocemos hasta hoy. ¿Después de Suárez, quién? Por de pronto, una cosa, después de Suárez no debe venir Felipe González en alas de una conspiración parlamentaria y de pasillo. El país pide opciones claras, no alianzas-engendros de partidos totalmente heterogéneos. Felipe debe llegar al poder cuando gane en las urnas, no en su coyunda antinatura con Fraga y con Carrillo. Entonces, ¿quién? Entonces UCD tiene que generar un proyecto político claro y la persona que puede llevarlo a cabo. El debate político, y público, en UCD es imprescindible. (...)
26 de mayo
