Los taxistas quieren la revisión de las áreas tarifarias y los suplementos
Los 15.500 taxis madrileños sufrirán próximamente una profunda transformación en su fisonomía una vez que la ordenanza municipal del taxi sea aprobada por la Administración central. Publicidad exterior en los vehículos, posibilidad de prohibir fumar durante los trayectos urbanos y cambio del color de los automóviles, que irán pintados de color blanco, con una franja roja inclinada en los laterales, son algunos de los cambios más destacables. Sin embargo, estos puntos tienen que ir seguidos, según los taxistas, de una revisión de las áreas tarifarias, los suplementos y los horarios de trabajo, temas estos que serán sentidos más directamente por el usuario de este servicio de transporte.La ordenanza del taxi, aprobada el pasado mes de marzo por el Ayuntamiento madrileño, satisface en general al sector, aunque ciertos puntos no sean compartidos por algunos de los grupos,en que están divididos los trabajadores autónomos. Estos grupos, sin embargo, parecen estar de acuerdo con que la ordenanza no satisface todas las aspiraciones de esta industria, que en la actualidad está discutiendo cuestiones tan importantes para el usuario como el cambio de horarios o de áreas tarifarlas. Según la Asociación Madrileña de Autónomos de Taxi (AMAT), los turnos de trabajo tendrían que ser establecidos por el ayuntamiento, con el fin de que la mitad de los conductores trabajaran de siete de la mañana a tres de la tarde, y el resto, desde esa hora hasta las once de la noche. Las horas nocturnas quedarían libres, según el proyecto de AMAT, para que aquellos trabajadores que lo desearan se quedaran más tiempo o iniciaran el turno matutino con antelación.
«Nos oponemos rotundamente y no queremos hablar del tema, ya que sería condenarnos a fichar. Si sales a discreción es diferente: si una persona tiene necesidades económicas puede estar el tiempo que necesite para hacer una determinada recaudación. Pienso que es mejor que el horario de trabajo sea una decisión personal de cada uno», manifestó, por su parte, Clemente Torres, presidente de la Agrupación Gremial de Trabajadores Autónomos del Taxi.
Si este tema puede levantar polémicas, por existir una diferencia de criterios ya desde su planteamiento, otros, como la delimitación de las áreas tarifarias, provocarán una discusión en su aplicación.
La necesidad de revisar los actuales límites parece innegable, ya que la ciudad ha variado mucho y el casco urbano ha experimentado sensibles variaciones en algunas zonas, cuyos habitantes sienten en su bolsillo el cobro de los suplementos que se cobran después de pasar la zona limítrofe establecida.
Acercar el límite
Mientras la agrupación gremial defiende que estos límites tendrían que acercarse a la ciudad, AMAT defiende que este acercamiento sólo se tendría que producir en aquellas partes en las que el casco urbano termina antes de la actual delimitación. «Es ilógico no cobrar el suplemento en Aravaca, que es una zona residencial. Además, el estudio del ayuntamiento tendría que recoger un tratamiento especial para colonias del tipo de La Moraleja, ya que el límite actual impide cobrar allí el suplemento, y en cambio un habitante de Alcobendas se ve obligado a pagar el su.plemento establecido», informó Francisco Esteban, representante de AMAT, asociación que en los últimos meses está intentando lograr una fusión con el grupo de autónomos de UGT y con los socios que se quieran separar de la Federación Provincial de Trabajadores Autónomos del Taxi.El efecto de estos temas para los setenta millones de viajeros anuales transportados por los taxistas es evidente, y de ahí la cautela municipal que, al parecer, existe a la hora de adoptar alguna medida. Según Clemente Torres, se podrían establecer tres tipos de áreas: una, normal; otra, periférica, en la que las tarifas sufrirían un incremento del 15% ó 20%, y otra, de carretera, en la que aplicarían los incrementos actuales, que permiten cobrar el doble de lo que marque el taxímetro a partir del límite.
El último de los temas que se quiere discutir con el ayuntamiento es la necesidad de cambiar los suplementos que se cobran. El aumento del precio en el butano fue seguido, por ejemplo, de una petición por parte de Clemente Torres, en nombre de la asociación gremial, para que se permitiera cobrar un suplemento por carrera de diez pesetas; el ayuntamiento no aceptó la petición.
Francisco Esteban, de AMAT manifestó sobre el tema que e¡ ayuntamiento debería abordar una variación de los suplementos. « Las veinticinco pesetas que se cobran por carrera a partir de las doce de la noche son insuficientes. Habría que incrementar este y cambiar otros. Prueba de que están desfasados es que se cobra por llevar a una persona al Parque Sindical y no se cobra nada por llevar a otros usuarios a clubes privados de El Pardo».
Mientras centrales, agrupaciones y responsables municipales llegan a un acuerdo sobre todos estos temas, la fisonomía de los taxis irá cambiando paulatinamente. A partir de este año y hasta 1987 los industriales del taxi tendrán que variar el color de sus vehículos. Mucho antes de que todos sean blancos se comenzará a instalar publicidad. AMAT quiere que esta se ponga en la bandeja que se encuentra, detrás del asiento posterior o en la baca, tanto en sus laterales como en la parte trasera. La asociación gremial, por su parte, quiere que se ponga mediante adhesivos en las puertas traseras. Ambas asociaciones coinciden en que los taxistas podrán ganar unas 2.000 pesetas mensuales por este concepto.
Con respecto al cartel de «prohibido fumar», que se podrá poner voluntariamente en el interior del automóvil y del que se tendrá que advertir al usuario antes de bajar la bandera, parece que tampoco existe un acuerdo total, aunque el punto esté contemplado en la ordenanza que entrará en vigor en breve.
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