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gente

Matejó

amarés, os rom, sinelamos sersen, timuñé an bastaré ta archicós a os debús, ta camelamos sos-se amengues rebline caba sos sinamos ... » quiere decir, en caló, «También nosotros, los gitanos, somos españoles, iguales en derechos y obligaciones a los demás, y deseamos que se nos respete tal como somos». La frase seguía así, ya traducida al castellano: «Porque sólo del respeto mutuo y de la ayuda fraterna y solidaria pueden derivarse la paz y la concordia entre todos los españoles». Fue pronunciada en el Congreso -totalmente en caló, sin traducción ni simultánea ni posterior por el diputado gitano de filiación socialista Juan de Dios Ramírez Heredia. Su reivindicación lingüística formaba parte de una pregunta al Gobierno sobre defensa y promoción de la cultura gitana. Concluyó en el idioma romaní, para decir que esta lengua «no es de maleantes ni de delincuentes, sino lengua culta de expresión de la comunidad gitana mundial». Es la invasión del caló en la vida cotidiana española, porque después de que un escritor andaluz tradujera el Romancero gitano, de García Lorca al caló, otro andaluz, José Rodríguez, interventor de un banco, anuncia que está, traduciendo la Constitución española a la lengua usada en el Parlamento por el diputado Ramírez Heredia.

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