El proceso a un periodista provoca protestas en Italia
Ayer se inició en Roma el proceso sumarísimo contra el subdirector de los servicios de información italianos (SISDE) y el periodista de Il Messaggero Fabio Isman. El primero está acusado de haber entregado al periodista una copia de las confesiones del «terrorista arrepentido» Patrizio Peci, y el segundo, por haber publicado el documento. El juicio, que ha sido suspendido hasta el lunes, a petición de los abogados, ha provocado protestas en el sector de la Prensa y en el mundo político.En los ambientes periodísticos y políticos, de Italia ha suscitado fuertes protestas el rigor con que ha sido tratado por los jueces un periodista de la categoría de Isman. Lleva diez días en la cárcel, cuando su arresto, según la ley, no era ni siquiera obligatorio y le fue negada la libertad provisional, coticedida en otras ocasiones a acusados por motivos mucho más graves.
Todos los periódicos han defendido con fuerza la defensa del periodista, y la Federación Nacional de la Prensa ha criticado con tonos muy severos el que se le haya negado la libertad provisional. El director de Corriere della Sera, el primer diario del país, en una conferencia televisada ha llegado decir que si los periodistas se hubiesen limitado a publicar sólo las noticias entregadas oficialmente por la Magistratura, en este momento sólo sabríamos del «caso Moro» que había sido secuestrado y asesinado, y ni una palabra más.
Con esta ocasión se ha pedido que se cambie la legislación vigente y que se apruebe una ley que defienda el secreto profesional del informador como garantía de libertad democrática.
Junto con la prensa han tomado la defensa del periodista todas las fuerzas democráticas del país, comprendida la Democracia Cristiana. Unánimemente se ha afirmado que un país donde, directa o indirectamente, se intente cerrar la boca a la Prensa es un país cuya democracia empieza a tambalearse.
El "caso Donat-Cattin"
En otro orden de cosas, Carlo Donat-Cattin, vicesecretario de la Democracia Cristiana y uno de los líderes de su partido más opuestos al diálogo con los comunistas, compareció ayer durante más de siete horas ante los jueces de Roma, que le interrogaron sobre las actividades de su hijo Marco, acusado por el «brigadista arrepentido» Patrizio Peci de ser un líder de la organización terroristá Primera Línea y de haber participado en una serie de atentados mortales. De hecho, el hijo del político democristiano lleva dos años en la clandestinidad. La policía lo busca en Italia y fuera del país, ya que se sospecha que haya podido obtener un pasaporte gracias a ser hijo de quien es.Donat-Cattin se negó a hacer declaraciones tras el largo coloquio con los magistrados, alegando que se trata de un «asunto personal». Fueron también interrogadas la madre de Marco y una de sus hermanas.
El caso Donat-Cattin ha provocado gran preocupación en los ambientes políticos, y la izquierda se hace una serie de pregpritas que deberá obtener una respuesta tarde o temprano. Por ejemplo, si es verdad o no que los carabineros advirtieron a tiempo al líder democristiano para que su hijo pudiera escapar a la captura.
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