La URSS pone en marcha un ambicioso plan energético

La Unión Soviética, que, como Occidente, ha comenzado a sentir en su propia piel lo que es eso que llaman crisis energética, ha puesto en marcha un ambicioso plan de reforma de su industria petrolera que le permitirá mantener el mismo nivel, o quizá aumentar, su producción diaria de crudo.Según un estudio realizado por la firma sueca Petroestudies, especializado en el análisis de la industria energética soviética, Rusia podrá mantener su nivel de producción de doce millones diarios de barriles de petróleo a lo largo del siglo e incluso podrá ampliarlo a dieciséis millones de barriles si consigue poner en marcha nuevos pozos de petróleo de reciente descubrimiento.

El dato más resaltable de este informe sueco es que sus conclusiones contradicen la versión, mayoritariamente extendida en Occidente, de que la Unión Soviética sufre enormes dificultades técnicas para mantener el mismo nivel que en los años anteriores su producción de crudo, y en este sentido tendrá que importar crudo en grandes cantidades en los próximos anos.

Un reciente estudio elaborado por la CIA señalaba que la Unión Soviética habrá reducido su producción de crudo a diez millones de barriles diarios hacia 1985. Asimismo, indicaba que la industria petrolera soviética está atravesando serias dificultades técnicas, que obligarán a la URSS a llevar a cabo una política petrolera y estratégica agresiva.

Dentro de este contexto, la importancia del estudio sueco adquiere una dimensión especial al contrarrestar la idea hecha circular por medios oficiosos de Washington en el sentido de que el informe, de la CIA revela la razón primaria de los movimientos estratégicos de Moscú en las cercanías de Irán y en Afganistán.

En Londres, y según informa el New York Times, se cree que el análisis de Petroestudies ha podido estar influido por la Unión Soviética, aunque medios petroleros estiman que sus resultados son «interesantes».