Guadalajara, sin cangrejos y cada vez con menos perdices

La provincia de Guadalajara, una de las más completas en materia de caza y pesca, es protagonista de graves problemas con la ya casi total desaparición del cangrejo y con la preocupante disminución de perdices. Ambas cuestiones no son particulares de dicha provincia, donde si son conscientes de la realidad, sino que son generales a toda España.

A excepción del salmón, todas las especies piscícolas están presentes en los ríos y embalses de Guadalajara. Tiene los mayores lucios en Entrepeñas y Buendía, una gran concentración de carpas de media no tamaño e n este último embalse, tencas en el Tajo y truchas en los cauces fluviales de casi toda la provincia, hasta totalizar 741 kilómetros, siendo en determinadas zonas de buen tamaño. El cangrejo, hasta hace poco, era también una de sus mayores riquezas piscícolas, y no sólo de Guadalajara, sino también de toda la geografía nacional. En la actualidad, está vedado prácticamente en todas partes, porque resultó diezmado por la peste, que vino, al parecer, de reteles manchegos.Francisco Rojo y Rafael Serrada, jefe provincial del Icona e ingeniero jefe de Caza y Pesca, respectivamente, son conscientes del problema, además del causado por la disminución de perdices, y saben que el cangrejo acabará desapareciendo por completo de los ríos alcarreños: «La especie quedará exterminada, como pasó en otros países de Europa, y si queremos tener de nuevo cangrejos, sólo podrá ser el americano, que precisamente por ser portador de la peste es el único que tiene defensas contra ella». La enfermedad es efectivamente originaria de la especie americana, que se extendió por toda Europa a través de repoblaciones, diezmando las poblaciones autóctonas. A España llegó a través de cangrejos aclimatados en Alemania y se está produciendo el mismo proceso que ya pasaron otros países del continente.

Este problema de los cangrejos es el que más preocupa en la provincia, ya que los otros son menores. La contaminación no es grande, tan sólo hay en el Henares, aguas abajo de Guadalajara; la repoblación de truchas -300.000 al año- permite mantener estable la población de salmónidos, y los 140 kilómetros de acotados y setenta de vedados controlan perfectamente la situación de la pesca.

Disminuyen las perdices

Todas las especies de caza menor las tiene Guadalajara, y de mayor, el jabalí -se matan unos 3.000 por temporada-, el ciervo, el corzo -estas dos especies se cazan con ciertas limitaciones-, la avutarda, el gamo y el urogallo, estando estas tres últimas vedadas. En la provincia hay 550 cotos privados, que ocupan el 70% de la extensión total, la mayoría de ellos dedicados a la caza de la perdiz, cuya población ha llegado a disminuir notablemente.El problema de la perdiz, al igual que el del cangrejo, es general en España. Va a menos, y cada vez más. En el coto de Almoguera se hicieron unos estudios, y tras matar el primer año 300 perdices bajo medidas extraordinarias, con limitaciones de días de caza, para que la población fuera en aumento. Así fue, en efecto, pero de las 650 que se mataron al año siguiente, 550 eran viejas es decir, que el número habla aumentado por la protección a que habla sido sometida, pero no había criado bien.

La causa de la regresión de perdices hay que buscarla, según el Icona de Guadalajara, en que la cría es defectuosa. Y lo es porque el hábitat ha cambiado con la supresión de los barbechos, y sin ellos la cría de perdiz no encuentra alimento. Los cultivos, por otra parte, tampoco se lo proporcionan a causa de los herbicidas, que hacen desaparecer del campo determinadas especies que dan lugar a la presencia de insectos, necesarios para la supervivencia de las crías. Los abonos y las semillas tratadas, a su vez, vienen a enturbiar aún más el futuro de la perdiz.

Por lo demás, no hay grandes preocupaciones en una provincia, cinegética por excelencia. El jabalí sigue abundando, mientras que con las repoblaciones se espera llegar a tener un día una población suficiente de urogallos.