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La policía detiene a tres atracadores que huían con 1.700.000 pesetas

Un atracador fue herido de bala por la policía y detenido tras un atraco llevado a cabo a las 9.20 de la mañana en la sucursal del Banco Comercial Español situada en la calle de Alberto Alcocer, esquina a Doctor Fleming. Dos cómplices del herido fueron arrestados posteriormente, tras una larga persecución en coche y a pie, cerca de la estación de Chamartín. El botín, de 1.700.000 pesetas en billetes, pudo ser recuperado íntegramente.

Un comunicante anónimo, que vio desde la calle a los empleados tumbados en el suelo, alertó telefónicamente a la policía: un grupo de hombres estaba atracando el Banco Comercial. Cuatro unidades radiopatrullas del Servicio de Seguridad Ciudadana fueron orientadas inmediatamente hacia el lugar del hecho. Una vez en él volvieron a poner en práctica la ya ampliamente contrastada estrategia de ocupar posiciones ventajosas en la calle y esperar la salida de los asaltantes.Varios encapuchados -tres, según algunos testigos, y cuatro, según otros- habían entrado a la oficina bancaria unos minutos antes. Con gran celeridad amenazaron, y redujeron a los empleados. Inicialmente les ordenaron arrojarse al suelo, lo que impidió hacer uso de la alarma electrónica, para obligarles luego a encerrarse en una dependencia. A continuación reclamaron al director y al interventor y les obligaron a que entregasen el dinero, 1.700.000 pesetas en metálico. Finalmente, se dispusieron a huir. En el exterior les esperaba un automóvil Seat 124, matrícula de Madrid, que habían robado como parte del plan del atraco.

Cuando salieron a la calle, los policías les dieron el alto. En los primeros segundos arrojaron al suelo la bolsa con el botín y salieron corriendo hacia el coche. Uno de los policías nacionales que participaban en la persecución consiguió aproximarse al grupo, momento en que el más rezagado se volvió y adelantó la pistola. El agente disparó, hiriéndole en la parte superior de una pierna. El atracador se deshizo de su pistola y se entregó. Trasladado a La Paz, su herida no parece ser grave.

Sus compañeros lograron mientras tanto llegar hasta el coche, ponerlo en marcha y salir a toda velocidad hacia la avenida del Generalísimo, donde enfilaron hacia la plaza de Castilla.

Apenas unos segundos después, un «zeta» logró ponérseles a rueda. La dotación disparó desde las ventanas. Uno de los proyectiles reventó un neumático. Los atracadores detuvieron el automóvil a la altura del número 142 de Generalísimo y emprendieron de nuevo la carrera. Uno de los dos lanzó lejos un revólver simulado, y el otro, una pistola, seguramente como indicativo para que los policías no disparasen. Luego fueron acorralados cerca de la estación de Chamartín, donde se entregaron.

Los tres detenidos tienen veinte años. Juan Carlos Carrasco Jiménez, herido en una pierna, había entrado en el banco esgrimiendo una pistola Star del calibre 9 milímetros Parabellum; Rufino Camero Vadillo fue quien arrojó el revólver detonador a última hora, y su cómplice, Manuel Guille Martín, la Star del 9 corto. En el automóvil se encontró en el primer registro una Astra del calibre 22.

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El dispositivo antiatracos puesto en funcionamiento por la policía madrileña hace algunos meses ha demostrado, una vez más, su eficacia, aunque en esta ocasión la rapidez de los atracadores impidió poner en marcha los sistemas electrónicos de alarma.

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