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Gran dureza policial en Bilbao y San Sebastián al reprimir manifestaciones antifascistas

Una veintena de detenidos, una joven de Basauri (Vizcaya) herida de suma gravedad y diversos incidentes se han registrado, en las manifestaciones habidas durante el fin de semana en el País Vasco, como respuesta a la escalada de violencia fascista, y , en concreto, a la violación y asesinato, en San Sebastián, de la joven María José Bravo, reivindicados al diario vasco Egin por el denominado Batallón Vasco Español. La Policía Nacional se empleó en algunos casos con una gran dureza, que, en algunos medios, se considera desproporcionada.

Quizá fuera en Bilbao donde la actuación de las FOP fue más llamativa, máxime teniendo en cuenta el origen de los incidentes habidos por la tarde y primeras horas de la noche del sábado en el parque del Arenal y casco viejo. La asamblea de mujeres de Vizcaya había convocado, con el apoyo de los partidos de la izquierda vasca (Euskadiko Ezkerra, Herri Batasuna, LAIA, LKI y gestoras pro amnistía), una concentranción y posterior manifestación para mostrar su protesta por la violación y muerte, todavía en circunstancias poco claras, de María José Bravo.Con antelación a la hora fijada, un importante dispositivo policial, con material antidisturbios, se había situado en las inmediaciones del parque del Arenal -lugar de la cita-, en el que paseaban y descansaban familias enteras con niños. Pasadas las siete y media se inició alrededor del citado parque un ir y venir de coches y motos de policías nacionales, que portaban fusiles antidisturbios y metralletas. Aunque no se veían grupos, numerosos de manifestantes, la policía pedía a las gentes que llenaban el Arenal y los alrededores que se dispersaran. Grupos aislados y personas que paseaban por el lugar se negaron a retirarse del mismo por considerar que, siendo un lugar de recreo, tenían derecho a permanecer allí. La policía entonces comenzó a pedir carnés de identidad a personas jóvenes y mayores, que en algunos casos se negaron a facilitarlo por creer que no había lugar para una actuación policial de este tipo. Este fue el caso de un señor de mediana edad, que pidió al policía que le exigía la acreditación que se dirigiera a él con más educación. Cuando la policía intentaba conducirle al furgón, las personas que le rodeaban comenzaron a protestar de forma ostensible, oyéndose algunos insultos. La reacción de la policía, que cargó con porras y botes de humo contra la gente de todo tipo allí reunida, provocó los gritos numerosos de «Policía, asesina», con lo que se iniciaron, ya de forma continuada, las cargas, las carreras y el lanzamiento de gran número de botes de humo, que se extendieron luego por todo el casco viejo de Bilbao hasta bien entrada la noche.

Joven herida

Aunque no existe confirmación oficial al respecto, se cree que fue en estos incidentes en los que, al parecer de manera fortuita, fue herida de gravedad la joven María Pérez Martínez, de veinte años de edad. Según han referido sus familiares, la joven había salido de su trabajo, en una tienda de confección situada en la calle de Somera (en pleno casco viejo), hacia las ocho y media. Cuando, en compañía de unas amigas, se dirigía a un bar cercano para encargar una comida de despedida de soltera de una de ellas, fue alcanzada de lleno en la cara por un bote de humo que le golpeó en la sien. Sin conocimiento, María Pérez fue trasladada al hospital civil de Basurto, donde se le apreciaron fractura y conmoción cerebral y heridas en la cara. En estado de coma, la joven fue intervenida quirúrgicamente el domingo. Ayer a mediodía había recobrado el conocimiento.El mismo sábado se producían también incidentes en San Sebastián, al interrumpir la policía una manifestación contra la violencia fascista y la violación de María José Bravo. Entre gritos contra Fuerza Nueva y la policía y «contra la violación, movilización», varios miles de personas se manifestaron por las principales calles de la ciudad para ir a parar al bulevar; allí, junto al gobiemo militar, se habían concentrado seis furgonetas de policía y cuatro tanquetas blindadas. En el mismo bulevar, a la altura de la calle Mayor (casco viejo) se detuvo la manifestación coreando las consignas ya apuntadas. Minutos después los efectivos policiales empezaron a disparar contra los manifestantes pelotas de goma y botes de humo, al tiempo que una de las tanquetas se ponía en marcha. La policía realizó un total de veintidós detenciones. Uno de los detenidos, al parecer un subdito francés, hizo frente a un policía con un cuchillo de cocina en el interior de un bar. Un empleado de la residencia sanitaria de San Sebastián fue herido por un grupo de manifestantes que le propinó una paliza al confundirlo con un confidente de la policía.

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