_
_
_
_

Suárez, en Riad: "Nadie rompera UCD"

El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, declaró ayer en Riad que es consciente de que la opinión pública española tiene la Impresión de que el Gobierno no ha dado una respuesta positiva a los problemas que España tiene planteados. El presidente, con aspecto cansado y cierta amargura en el tono de su voz, dijo en una amplia conversación con periodistas españoles que, a partir de ahora, no gobernará en solitario y que no está «dispuesto a guardar silencio ante tantas y tan graves acusaciones como las que se vienen haciendo» en la actualidad contra él y contra el Gobierno. Adolfo Suárez, que habló varias veces del cansancio y los problemas que le acarrea el poder, dijo que no creía que «exista nadie en UCD capaz de romper el partido» para provocar la caída del Gobierno.El presidente Suárez ha roto el silencio en el palacio de Nasaria, en Riad, residencia oficial de los primeros políticos del mundo que visitan oficialmente Arabia Saudí.

Pasa a página 16

"UCD seguirá siendo un partido de centro", asegura Suárez

Viene de primera página

Desde el pasado sábado, fecha en la que el presidente salió de Madrid, dos horas después de que el nuevo Gobierno jurara sus cargos ante el rey Juan Carlos, el presidente Suárez se había mantenido al margen de la veintena de periodistas que le acompañaron en su viaje a Siria y Arabia Saudí. Ayer tarde, Suárez decidió hablar y anunció que está dispuesto a hacerlo desde ahora con mucha frecuencia ante la opinión pública española.

El presidente Suárez dijo: «Estoy absolutamente decidido a estar menos callado. Los silencios míos no se han interpretado bien casi nunca. Yo he intentado evitar al máximo que se creen tensiones y puede que me haya equivocado, pero me parece que no era absolutamente imprescindible provocar excesivas confrontaciones en el momento político que estamos viviendo».

«No estoy dispuesto a guardar silencio, desde ahora, ante tantas y tan graves acusaciones como las que habitualmente se vienen haciendo y voy a dar las respuestas adecuadas en cada instante y en cada momento», añadió el presidente, quien con un tono casi amenazante en algunos momentos dijo que, desde ahora, su presencia en la vida pública será más activa. «Voy a participar en actos, voy a presentarme asiduamente en conferencias y declaraciones, tanto ante los medios de comunicación como en el Parlamento».

A pesar de que la conversación de Suárez con los informadores tenía prevista la duración de media hora esta se prolongó por espacio de más de una hora. Daba la impresión alternativa de que Suárez quería desahogarse con los periodistas o que, por primera vez desde la apertura de la crisis, deseaba situar bien su versión sobre los hechos de las últimas semanas. Fue el propio Suárez quien ofreció el diálogo en Riad sobre la política interior española y quien se negaba a despedirse de los informadores, a pesar de que sus asesores intentaban llevárselo a su despacho una y otra vez.

Suárez, antes de retirarse, dijo: «¿Creen de verdad que me agarro al sillón, al poder? ¿No creen que a veces me siento cansado y harto? Yo ya he vivido todas las vanidades posibles del poder político». Ante la interrogante de ¿quién le obliga a permanecer?, Suárez dijo: «Eso es verdad, nadie, pero también existe un porcentaje importante de responsabilidad y además yo ostento la legitimidad de las urnas».

Este fue el punto final a un diálogo que concluyó con la confirmación explícita de Suárez de que iba a cambiar su forma de gobernar. El presidente indicó ante esta eventualidad: «Sí, sí, desde luego». Se refirió a su deseo de comparecer ante la opinión pública y luego a la incorporación de la comisión permanente de UCD en las tareas políticas, aunque precisando que dicha comisión no interferirá en los asuntos del Gobierno. «La responsabilidad de gobernar sólo corresponde al Gobierno», dijo Suárez, mientras repetía, una y otra vez: «Si yo hablara, ¿lo digo?, mejor no lo digo, lo voy a escribir en mis mernorias», como anunciando posibles revelaciones sobre su gestión de gobierno y la situación interna del partido centrista.

La conversación política se inició a partir de una triple interrogante: ¿Qué pasa en UCD? ¿Cómo se hizo la crisis? ¿Qué ocurrirá en el debate del 20 de mayo? Suárez estuvo claro y ordenado en su respuesta. Sobre UCD señaló que había reiterado hasta la saciedad que las tensiones internas de UCD son lógicas en un partido democrático, pero que el partido estaba unido y que su política responde al mandato del congreso de 1978. Reconoció la existencia de interpretaciones distintas de las líneas generales del partido, pero dijo que éstas no son disgregadoras del equipo centrista, y subrayó las consultas con personalidades de UCD y con la comisión permanente a la hora de formar Gobierno; el presidente añadió que no creía «capaz a nadie en UCD de romper el partido para formar Gobierno con otros partidos», entre otras cosas porque ello significaría el caminar contra su propio electorado.

No prevé una coalición

Más adelante, Suárez dijo que UCD no pensaba gobernar en coalición con ningún partido ni había establecido un pacto parlamentario con la Minoría Catalana o,con Coalición Democrática. Añadió que UCD seguirá siendo un partido de centro y que no oscilará ni a la derecha ni a la izquierda. «No se puede decir que un solo grupo de personas ostenta el progresismo de UCD», dijo Suárez, con referencia a los socialdemócratas, y añadió que en el Gobierno existen tres ministros de origen socialdemócrata, refiriéndose. a Arias-Salgado, Gámir y González Seara.

También dijo que si muchas personas importantes en UCD no estaban en el Gobierno era porque no quisieron, no lo consideraron oportuno o porque él mismo se opuso a ello. Dejó entrever que Fernández Ordóñez había aceptado la cartera de Relaciones con la CEE, pero que horas más tarde -al parecer argumentando que a su mujer no le gustó- decidió dar marcha atrás.

Se opone a la retransmisión deldebate

En relación con el debate parlamentario del próximo día 20, Suárez dijo que el nivel de esta convocatoria dependerá de la actitud y responsabilidad de quienes intervengan. Aludió a las declaraciones de Felipe González sobre una posible caída del Gobierno, y dijo que ello sólo era posible si se presenta una moción de censura ante el Parlamento y si ésta prospera.

No quiso comentar en público si el debate será televisado, pero medios próximos al presidente dijeron que Suárez se opone a su retransmisión completa, pero que era favorable a que se difundan las declaraciones más significativas de cada grupo parlamentario, la que ellos consideren más importante.

Por último, se sabe también que Suárez estaba molesto con la actitud de la prensa durante el desarrollo de la crisis.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_