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GENTE

Francisco Umbral

decía ayer, en su columna diaria, que «mientras media España premia columnistas, la otra media los apedrea, reprime, oprime, hasta echarles abajo de la columna». Anteayer, en el hotel Ritz de Madrid, tuvo Umbral la fortuna de reunirse con la media España citada en primer lugar, que le premió un artículo publicado por él en este periódico cuando su columna diaria se llamaba aún Diario de un snob. El trabajo se titulaba El trienio. El premio, de medio millón de pesetas, fue entregado a Umbral por Juan Fernández-Layos, director general de Mapfre, la empresa que lo dota. Y el galardón es, como se adivina, el González-Ruano de Periodismo, que se entrega desde hace cinco años y que antes recibieron Antonio Gala, José Luis Martín Descalzo, Luis María Ansón y Manuel Alcántara. Rafael de Penagos presentó en la cena del martes a Francisco Umbral. Fue una jornada en la que por el recuerdo fue flotando siempre la memoria de César González-Ruano y su perdida silla de la tertulia del café Teide.

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