Los sectores liberal y socialdemócrata de UCD, prácticamente excluidos en el nuevo Gobierno
La comisión permanente de UCD se reunió a primeras horas de la madrugada en el palacio de la Moncloa, paya terminar las gestiones relacionadas con el reajuste del Gobierno. Los últimos datos disponibles indican que los cambios, aunque sustanciales, afectarán a poco más de media docena de carteras y a la secretaría general del partido. El titular de esta última, Rafael Arias-Salgado, será sustituido probablemente por Rafael Calvo Ortega, hasta ahora ministro de Trabajo, quien permanecerá en el Gabinete como ministro adjunto al presidente. El equipo económico experimenta cambios sustanciales, con la salida de dos ministros socialdemócratas -Carlos Bustelo y Juan Antonio García Díez- y parece consumarse el ascenso de Pérez Llorca a vicepresidente. Pasadas las dos y media de la madrugada, los miembros de la permanente de UCD comenzaron a abandonar el palacio de la Moncloa.
Parece confirmarse, pues, que la solución de la remodelación responde -salvo los cambios en el área económica- al esquema básico diseñado en principio, con la creación de la nueva vicepresidencia para Administración Territorial, con Pérez-Llorca como responsable. No obstante, anoche se dudaba si en el conjunto de competencias que se unirán a ella se incluirá el control de los gobernadores civiles, ya que, al parecer, Rodolfo Martín Villa se oponía a ello.Las mayores dificultades se centraron, en la recta final, en este área. La solución prevista para las mismas era que Rafael Arias-Salgado, cuya situación en la secretaría general del partido ha sido calificada como «insostenible» por diversos sectores de UCD, pase a la vicepresidencia de Pérez-Llorca, pero los roces personales entre ambos plantean un importante problema, que probablemente se resuelva desvinculando al máximo los puestos de cada uno.
La vicepresidencia de Administración Territorial se completaría con varias secretarías de Estado, entre ellas una de nueva creación para Asuntos Municipales, que podría recaer en Sebastián Martín Retortillo.
De confirmarse el nuevo destino de Arias-Salgado, Rafael Calvo Ortega sería nombrado secretario general de UCD en la próxima reunión que celebrará el consejo político del partido en los primeros días de mayo. Para sustituirle en el Ministerio de Trabajo se da como candidato más seguro a Félix Pérez Miyares, hombre ligado al ex ministro Rodolfo Martín Villa y que tuvo un papel relevante en la discusión en el Congreso del Estatuto de los Trabajadores. Candidatos al puesto eran también el actual subsecretario, Gerardo Harguindey, ligado al Opus Dei, y José María Martín Oviedo.
Por otra parte, ayer tarde parecía resuelto el diseño del área económica. Al frente de ella seguiría el vicepresidente Femando Abril, y el ministro de Comercio Juan Antonio García Díez, será sustituido probablemente por Luis Gamir, técnico muy ligado a Abril, que anteriormente fue socialdemócrata.
También se espera la salida del Gobierno del ministro de Industria y Energía, Carlos Bustelo. Este suspendió ayer una comida que había concertado con corresponsales extranjeros acreditados en Madrid, alegando que estaba cesado en la práctica. Será sustituido por un técnico sin relevantes implicaciones políticas. El candidato más seguro parecía ayer Ignacio Bayón, actual presidente de Renfe, seguido por José Luis Magaña, comisario de la Energía.
Finalmente es probable que se cambie de responsable en el Ministerio del Interior, que dejaría el general Antonio Ibáñez Freire. Probables sustitutos son el actual ministro de Transportes, Salvado
Sánchez Terán, y el general inspector de la Policía Nacional, José Sáenz de Santamaría, aunque sobre este último hay serias dudas, dado que habría de dejar el escalafón militar, en el que aspira a llegar a teniente general, y un nombramiento directo para este empleo sería especialmente problemático.
Difícil gestión final
La solución del ajuste ministerial ha llegado a su término en medio de grandes problemas, debido a, las dificultades casi insalvables para conciliar los intereses de las diversas familias, que no han sido, al parecer, contentadas en sus aspiraciones. El sector socialdemócrata de Fernández Ordóñez sale precipitadamente en bloque del Gobierno.
La salida de este sector se habría consumado de haber tenido éxito el intento de sustituir al ministro de Universidades e Investigación, Luis González Seara, por el democristiano Juan Antonio Ortega, posibilidad que habría sido considerada por los socialdemócratas como motivo de ruptura.
El presidente Suárez realizó entrevistas individuales con cada uno de los miembros de la comisión permanente de UCD, durante los primeros días de la semana, para recoger las últimas impresiones Después de estas entrevistas, en medios relacionados con la permanente se afirmaba que la solución aún no estaba perfilada, sin que Suárez, no demasiado feliz con el resultado, aún meditaba.
Aunque la dilatada gestión de la crisis se interpretaba como resultado de un difícil ajuste de nombres diversos sectores del partido gobernante han coincidido en señalar que más bien se trataba de una lucha entre sectores e ideologías de dentro y de fuera de UCD. A este respecto se señalan como muy sig nificativas las presiones empresariales para impedir la salida de Abril del área económica, o al menos un recambio socialdemócrata, y las entrevistas celebradas entre el presidente Suárez y el líder de Alianza Popular, Manuel Fraga.
En los últimos días se intentó encajar a Fernández Ordóñez como ministro de Relaciones con la CEE, cuyo titular, Leopoldo Calvo Sotelo, habría pasado al equipo económico. Fernández Ordóñez rechazó el ofrecimiento, ya que según manifestó a EL PAÍS, no estaba dispuesto a corresponsabilizarse en el nuevo equipo si n había un cambio total del esquema gubernamental, de la orientación de la economía y la estrategia de UCD.
Aunque los medios gubernamentales han insistido constantemente en que lo que se hacía era un reajuste, otras fuentes centristas indican que la solución va a ser muy reveladora sobre la orientación futura de UCD. En concreto fuentes solventes indicaron a EL PAÍS que el vicepresidente Abril vería con disgusto un aplastamieto total del ala liberal y socialdemócrata de UCD, ya que esto inclina el partido hacia la derecha y cierra la vía a la colaboración con el PSOE, estrategia últimamente muy apreciada por el responsable económico.
En cambio, otros sectores afirman que la oposición es, en gran parte, responsable de la imagen una UCD compartirnentada en milias, dado su deseo de romper el partido gubernamental. En ese sentido, indicaron las fuentes que el presidente Suárez ha tratado de hacer un Gobierno de rearme centrista ante el acoso de la izquierda y en concreto cara al debate parlamentario que se celebrará el próximo día 13.
Se habría hecho así una llama a la concordia de los llamados boquerones, quienes, por otra parte, se manifiestan menos críticos de puertas adentro que de cara al exterior. Un alto cargo del Gobierno manifestó a Europa Press, antes la reunión de la comisión permanente, que ésta no seria de puro trámite, y que si los nombres propuestos por Suárez no eran aceptados, la composición del nuevo gobierno no podría hacerse pública hoy.
La prolongada reunión de la misión permanente, en la madrugada de hoy, puede ser indicativo de que ha habido problemas de última hora. La plantilla del Boletín Oficial del Estado recibió orden de esperar instrucciones mientras los periodistas aguardaban, a la puerta del palacio de la Moncloa. -no se les permitió acceder al interior del edificio- el resultado de la reunión.
