Preocupación en Israel por la evolución propalestina del Consejo de Europa

Las resoluciones propalestinas del Consejo de Europa, especialmente la que solicita una modificación de la resolución 242 de las Naciones Unidas en el sentido deseado por la OLP, han causado un gran impacto en Israel, donde el Consejo de Europa era considerado hasta ahora como el organismo internacional cuyos sentimientos proisraelíes no podían ser puestos en tela de juicio.

Aunque aquí se recuerda con insistencia que el Consejo de Europa no dispone de ningún poder real y que sus decisiones tienen, todo lo más, valor de recomendaciones para los Gobiernos europeos, este voto sin precedente es considerado como una etapa suplementaria de la evolución proárabe de las instituciones europeas.

«Toda modificación de la resolución 242 amenaza la paz en Oriente Próximo», señala un comunicado del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores. El comunicado añade que «la resolución del Consejo de Europa amenaza también la paz egipcio-israelí, basada precisamente en las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU». El comunicado oficial israelí lamenta, a continuación, que el Consejo de Europa haya considerado necesario pronunciarse a favor de un reconocimiento de la OLP «sin siquiera evocar el atentado odioso perpetrado contra una guardería infantil del kibutz de Misgav Am, que ocasionó varios muertos, y sin mencionar la maleta-bomba que debía destruir un avión de El Al.

En el Ministerio israelí de Asuntos Exteriores se lamentan también, con cierta amargura, de que el primer país europeo que aprueba las resoluciones del Consejo de Europa favorables a la OLP es España, único país de Europa occidental, junto con el Vaticano, que no mantiene relaciones diplomáticas con Israel. Ayer, el ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, tomó la palabra en Estrasburgo ante el Consejo.