La salud del presidente
vitalicio de Yugoslavia, Josip Broz (Tito), de 87 años, entró ayer en coma irreversible, aunque el boletín oficial médico anunció una ligera atenuación de su estado crítico. Mientras se espera la confirmación de la muerte de Tito, no aparece ningún síntoma social o político de nerviosismo. La radio volvió a emitir música ligera y no se detecta ningún estado de alerta.
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