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Tres ingenieros continúan retenidos por los trabajadores de Antracitas de Gaiztarro

El conflicto planteado hace una semana en la empresa Antracitas de Gaiztarro, donde tres ingenieros y facultativos de minas permanecen retenidos por un grupo de trabajadores en el interior del grupo Jarrina (próximo a la localidad de Fabero), ha entrado en una situación de compás de espera tras la negativa de estos últimos a aceptar las condiciones fijadas por la empresa para la negociación de cualquier nueva mejora laboral. Mientras tanto, el Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste ha presentado denuncia en el Juzgado de Instrucción número uno de Ponferrada contra los 32 trabajadores encerrados en el interior de la mina por «presunto delito de secuestro».Según un portavoz de Antracitas de Gaiztarro, no podrá llegarse a ningún tipo de acuerdo hasta que no sean puestos en libertad los técnicos de la empresa, que precisamente formaban parte de la comisión negociadora encargada de revisar las peticiones de los trabajadores. Esta condición previa parece respaldada, aunque oficiosamente, por el Gobierno Civil y Delegación de Trabajo, a los que ambas partes han pedido mediar en el conflicto, advirtiéndose, sin embargo, que la querella judicial del Colegio de Ingenieros no hace sino dificultar dicha mediación.

Por su parte, fuentes de CC OO manifestaron ayer que los trabajadores no depondrán su actitud hasta que la representación empresarial no les ofrezca garantías sobre una rápida aceptación de sus reivindicaciones. De acuerdo con las mismas fuentes, la empresa habría seleccionado a un grupo de trabajadores especialmente «molestos» para trasladarlos a puestos de trabajo de baja productividad, disminuyendo así los salarios pagados en concepto de destajos, que constituyen el principal componente de las cantidades percibidas por los trabajadores del interior. CC OO insiste en que el traslado de estos últimos a los «tajos» más difíciles ha supuesto una notable disminución de los sueldos y acusa a la empresa -que, a su vez, culpa a los trabajadores de disminuir la productividad- de provocar el conflicto.

A última hora de ayer no se tenían noticias de anormalidades graves en el estado de salud de los encerrados y de los rehenes, si bien uno de los primeros tuvo que abandonar la explotación durante el fin de semana con algunos síntomas de agotamiento.

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