Mientras
Trigo Limpio repitea diario, a través de televisión, la cancion que va a representar a TVE en el próximo Festival de Eurovisión, cien cantantes de dieciséis países se concentraron en Bruselas para parodiar la idea de ese festival, ofreciendo un certamen verdaderamente representativo de lo que se hace en la música viva de hoy. Lluis Llach, cantante catalán, fue el único español presente.Muy apropiadamente, el festival bruselense se tituló Contr'Eurovision. Asistieron unos 5.000 espectadores, que colaboraron activamente para dar mayor vida a «las canciones de los pueblos de Europa», una se mana antes de que millones de europeos sigan por las pantallas la retransmisión, desde La Haya (Holanda), del Festival de la Canción de Eurovisión.
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