Los Reyes presidieron en Cartagena la entrega a la Armada de la corbeta "Infanta Elena"

Los reyes don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados de sus hijos, el infante don Felipe y las infantas doña Cristina y doña Elena, presidieron ayer en Cartagena el acto de entrega de la corbeta Infanta Elena a la Armada española. Acompañaron a los Reyes el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, el vicepresidente primero, teniente general Manuel Gutiérrez Mellado, y los ministros de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún; de Industria, Carlos Bustelo, y de Cultura, Ricardo de la Cierva. Asistieron también representantes de las comisiones de Defensa del Congreso y del Senado.

Don Juan Carlos, que se encontraba en Cartagena desde el viernes, aceptó una invitación para cenar de sus compañeros de promoción de la Escuela Naval militar, en el helipuerto de Santa Ana, de la zona militar de Cartagena.El Rey, que se alojaba en Capitanía General, salió del edificio sobre las nueve de la noche y regresó pasada la una de la madrugada, hora hasta la que se prolongó la reunión con sus compañeros de armas, que acudieron vestidos de paisano a un encuentro calificado como de «mera reunión de amigos».

También la noche del viernes los representantes de las comisiones de Defensa del Congreso y del Senado cenaron en Cartagena con altos mandos militares, entre los que se encontraban el jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante Luis Arévalo, y el capitán general de la III Región, teniente general Jaime Milans del Bosch. Alberto Oliart, centrista y presidente de la Comisión de Defensa del Congreso, y Enrique Múgica, socialista y vicepresidente, mostraron su satisfacción por este tipo de encuentros. La cena fue calificada como de trabajo.

Los actos de entrega a la Armada de la corbeta Infanta Elena se iniciaron a las 12.30 de ayer, en la explanada de los Héroes de Cavite, junto al arsenal de Cartagena, con la llegada de los Reyes, el Príncipe y las Infantas, que fueron recibidos por el presidente del Gobierno y las autoridades civiles y militares que les acompañaban.

Tras los actos protocolarios y la firma del documento por el que se transfiere a la Armada la corbeta, construida en los astilleros de la Bazán, la tripulación del nuevo buque, que estaba formada en tierra, embarcó en la nave y la infanta doña Elena, acompañada del contralmirante Gil de Soala, subió a bordo, donde fue recibida por el comandante del buque, capitán de corbeta Nicolás Lapique, que entregó a la Infanta la bandera española para que la izase en el mástil de popa.

Las tripulaciones de los buques fondeados en el muelle que daban escolta a la corbeta dieron vivas a España, mientras sonaba el himno nacional y se disparaban las salvas de ordenanza. Un capellán castrense bendijo la bandera y se dio lectura al decreto de nombramiento de comandante de la nave. Don Juan Carlos impuso después condecoraciones al mérito naval a personalidades civiles y militares.

En el Arsenal, y una vez concluidas las ceremonias de entrega del buque, se ofreció una copa de vino y, posteriormente, los Reyes e invitados asistieron a un almuerzo en el edificio de Capitanía General. A primeras horas de la tarde, los Reyes, sus hijos y los miembros del Gobierno regresaron a Madrid, con excepción del ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva, que participó ayer tarde en una partida de bolos cartageneros.

Durante su estancia en Cartagena, el presidente Suárez departió unos momentos con los informadores que asistían a los actos. Según informa Efe, se mostró muy relajado y sonriente y mantuvo un tono desenfadado y familiar. Suárez aseguró que «lo único que sé sobre mi intervención en televisión es lo que he leído en la prensa», al responder a una pregunta sobre esta posibilidad, barajada en las últimas semanas.