El embajador español en Irán, llamado a consultas

España ha atendido a las peticiones de solidaridad formuladas por Estados Unidos y llamará al embajador en Irán para consultas, según anunció ayer en Lisboa el ministro de Asuntos Exteriores español, Marcelino Oreja. Nuestro país se suma así al compromiso político adoptado ayer en la capital portuguesa por los ministros de Exteriores de los Gobiernos de la Comunidad Económica Europea, más los de Grecia y Portugal.Antes de regresar a Madrid para evacuar consultas, el embajador español en Teherán se entrevistará con el presidente de la República Islámica, Banisadr, para que éste le comunique la fecha de la liberación de los rehenes norteamericanos, secuestrados desde el pasado noviembre por los estudiantes islámicos en la embajada de EE UU.

Posteriormente, con el embajador ya en Madrid y a la vista de esta gestión, el Gobierno español adoptará una posición definitiva coordinada con los países europeos occidentales. Se espera que la respuesta iraní no será ni inmediata ni positiva, entre otras cosas porque el presidente Banisadr no controla la situación en aquel país.

Se trata, en definitiva, de un gesto político y de una pequeña concesión diplomática a las exigencias norteamericanas, formuladas; el jueves en Washington por el secretario de Estado, Cyrus Vance, en una convocatoria a los embajadores de los veinticuatro países amigos de Estados Unidos. La respuesta a la petición norteamericana de ejercer también presiones económicas contra Irán no ha sido respondida por los aliados europeos, que en este terreno adoptan una actitud bastante más tibia por el deseo de proteger sus suministros petrolíferos.

La radio iraní anunció ayer que su Márina se dirige hacia el estrecho de Ormuz, clave geográfica, de la salida del petróleo. Mientra tanto, Estados Unidos realiza preparativos militares para eventuales combates en el océano Indico, y la opinión pública americana apoya el empleo de medidas de fuerza contra Irán.

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