Ultimátum de Irak a Irán para que abandone tres islas del golfo Pérsico

Irak ha lanzado un auténtico ultimátum a la República Islámica Iraní, al invitar, el domingo, a Irán a retirar «inmediatamente» sus «fuerzas de ocupación de las tres islas árabes del golfo» (la isla de Abu Mussa y las dos islas de Tomb). Teherán puso ayer a todas sus fuerzas armadas en estado de alerta y retiró a todo el personal de su embajada en Bagdad.Dos atentados mortales, cometidos la semana pasada en Bagdad, y cuya responsabilidad es achacada por las autoridades iraquíes a ciudadanos iraníes, han bastado para reactivar el conflicto larvado entre ambos países que se disputan la soberanía de las tres pequeñas islas estratégicas.

En un mensaje al secretario general de la ONU, Irak ha pedido a Irán que se retire de las tres islas ocupadas por las fuerzas imperiales iraníes el 30 de noviembre de 1971, tras, la retirada británica del golfo. Bagdad subraya la importancia estratégica de las islas cuyo subsuelo contiene petróleo y otras riquezas naturales.

Antes de 1971 estas tres islas pertenecían a los Emiratos Arabes Unidos. Están situadas a unos ochocientos kilómetros de la desembocadura de Chatt el Arab, salida al mar de Irak en el golfo.

Varios dirigentes iraníes, incluidos el ayatollah Jaljali y el presidente Banisadr, han reiterado que las islas no serán devueltas, ya que pertenecen históricamente a Irán.

Tras esta disputa se perfila la lucha de influencias para el control del golfo entre Irak e Irán, principales potencias económicas, demográficas y militares de la zona. La coyuntura es especialmente favorable para Irak, ya que el ex ejército imperial iraní está ahora especialmente debilitado. Bagdad, por otra parte, respalda a las minorías étnicas iraníes que cuestionan la autoridad de Teherán.

Es más, el régimen iraquí puede contar ahora con el apoyo de los países petrolíferos del golfo, encabezados por Arabia Saudí, preocupados por las repercusiones del militantismo islámico iraní.

Teherán, sin embargo, puede replicar intentando movilizar a los seis millones de chiitas iraquíes y a los 300.000 ciudadanos iraníes residentes en Irak. Anticipándose, Bagdad ha expulsado, en las últimas veinticuatro horas, a 1.300 ciudadanos iraníes.