Constituido el primer Parlamento vasco con la ausencia de Herri Batasuna

El Parlamento vasco se constituyó ayer, a la sombra del árbol de Guernica, en una ceremonia rodeada por la presencia de diversos grupos de personas que gritaban en favor de la amnistía y otras reivindicaciones.

Los miñones de Alava, embrión de la futura policía autónoma, custodiaban la Casa de Juntas de Guernica, mientras un importante despliegue de fuerzas de seguridad del Estado vigilaban todos los accesos. Juan José Pujana, del PNV, fue elegido presidente del Parlamento, con los votos estrictos de su partido -veinticinco-, tras un discurso del lendakari Leizaola, en que mostró su satisfacción por el hecho de que se haya mantenido viva la llama de la nacionalidad vasca.Leizaola pronunció su discurso, primero, en eusquera, y, después, en castellano. Un pequeño revuelo se organizó antes de comenzar esta última cuando, a través del sistema de traducción simultánea, los diputados de UCD escucharon al anciano lendakari -en funciones de presidente de la mesa de edad- que «el Parlamento vasco se constituye hoy, aunque Euskadi no está representada en su totalidad, puesto que faltan en él Navarra y Euskadi norte».

La constitución del Parlamento se realizó con la ausencia de los diputados electos de Herri Batasuna, coalición que justificó su actitud con una nota en la que califica al órgano legislativo vasco de «institución de la reforma», que, por las «limitaciones y encorsetamientos emanados de la reaccionaria Constitución española», no puede dar solución a las «reivindicaciones mínimas democráticas del País vasco».

En cuanto a los gritos más repetidos por las personas que se concentraron frente a la Casa de Juntas de Guernica, que fueron los de la amnistía y puestos de trabajo para los parados, distintos diputados coincidieron en comentar que constituyen un reflejo de los problemas más graves con que ha de enfrentarse el Parlamento vasco.

Mario Onaindía, portavoz de Euskadiko Ezkerra, tiene intención de plantear la cuestión de la amnistía en las primeras sesiones parlamentarias. Sin oponerse a la misma, pero con una postura más moderada, el peneuvista Juan José Pujana, presidente del Parlamento, dice que «tal vez haga falta tener también un gesto histórico de cara a lograr una reconciliación en la sociedad vasca».

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