Broma de mal gusto
Quejarse de los programas con que TVE nos obsequia es, a estas alturas, un lugar común. Extrañarse de los curiosos criterios que guían a sus «directores espirituales» para censurar unas cosas y permitir otras, tampoco es nada nuevo. Lo que no se comenta tanto es el gran sentido del humor del que muchas veces hacen gala los altos cargos de TVE.Este comentario viene a cuento de la película que proyectaron el pasado 8 de marzo. Se titulaba algo así como Todas las mujeres quieren casarse. El título ya es significativo y el contenido hacía juego con él, la verdad. No es la primera vez que vemos en la pequeña pantalla películas abiertamente reaccionarias, pero en este caso lo indignante es que se proyectó en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
La cinta era tan morbosamente apropiada a la ocasión que resulta difícil pensar que se pasó el 8 de marzo de forma casual. Más bien parece una indignante bromita que nos quisieron gastar (una vez más) a las mujeres.
No es un detalle aislado, claro está, pero sí muy significativo de la opinión que el movimiento de mujeres (como todo el resto de movimientos populares, por otra parte), merece a TVE. No basta con el trato que se nos da en los anuncios, ni en los telefilmes, ni... No, parece ser que de cuando en cuando hace falta reírse en nuestras narices con el más descarado machismo.
Es esta cadena de hechos (no sólo contra las mujeres, que quede claro), la que deja patente la urgente necesidad del control democrático no sólo económico, sino también ideológico de TVE. Control que, casualmente, se va retrasando indefinidamente...
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