La operación Carter
«Una operación de cirugía estética. Tal es la reacción de los medios económicos y financieros americanos a las nuevas medidas anunciadas por Carter para combatir la inflación.Es verdad que, a siete meses de las elecciones presidenciales, Carter ha dado la impresión de querer contentar a todo el mundo: a aquellos que, sensibles a los discursos del senador Kennedy, ven en la inflación un mal capaz de destruir la prosperidad americana, y a aquellos que, temiendo una recesión, son hostiles a medidas demasiado draconianas que pueden producir sus efectos en el momento preciso en que la actividad económica descendería.
Si el estilo del presidente Carter no tiene la lógica, es decir, la brutalidad de la señora Thatcher, se cometería un error al subestimar lo que está ocurriendo en Estados Unidos. Más allá de las piadosas recomendaciones sobre alzas de salarios (no más de 8,5%), más allá de las veleidades de control de precios de las grandes empresas, la Administración se ha comprometido lentamente, pero seguramente parece, en la vía de reformas en profundidad.
La primera -la más importante- concierne a la energía. Se ha burlado todo el mundo de la impotencia de la Administración para frenar el consumo de petróleo de Estados Unidos (90.000 millones de dólares por año, que, a pesar de sus niveles extravagantes, se ha duplicado en 1979 en relación a 1978. Todo lo que se ha dicho sobre este tema, todas las críticas hechas al egoísmo sagrado de Estados Unidos son fundadas. Se sabe que Carter va a aplicar una reforma esencial que, si prosigue hasta su término, va a cambiar profundamente la situación: se trata de la liberación del precio del petróleo extraído en Estados Unidos. ( ... )»
16-17 de marzo
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