Las eléctricas invertirán 146.000 millones en siete centrales térmicas de carbón

El ministro de Industria y Energía, Carlos Bustelo, presentó ayer un plan acelerado de inversiones de 146.000 millones de pesetas, durante cuatro años, en la construcción de siete nuevas centrales térmicas de carbón, que representa el primer intento serio de la Administración española para contrarrestar el impacto de la crisis energética y la enorme dependencia nacional de los suministros de los crudos extranjeros en la producción de energía eléctrica.El programa, englobado dentro del contexto del Plan Energético Nacional (PEN), servirá también, dada su cuantificación económica, para reactivar el apático sector de los bienes de equipo, con una inversión parcial de 87.000 millones de pesetas, y para potenciar la extracción de carbón nacional, cuya producción ha ido paulatinamente descendiendo durante los últimos años.

En total, el plan de construcción de siete centrales térmicas de carbón, generará 24.000 empleos anuales directos y un número indeterminado, pero importante, de indirectos. Las zonas geográficas más beneficiadas por este programa serán Asturias, donde se construirán tres centrales, y recibirán también una potenciación a nivel de la extracción de carbón y recepción del importado; así como León, Palencia, Almería y Cádiz.

En el acto en que el ministro anunció ayer el programa, los presidentes de la Unión de Empresas Eléctricas (Unesa), Juan Alegre Marcet, y, el del sector de bienes de equipo (Sercobe), Juan Ignacio Trillo, firmaron un protocolo por el que se informa de la formalización de los contratos correspondientes a la próxima construcción de estas siete centrales térmicas de carbón.

Además de las inversiones señalizadas, será necesario también el gasto adicional de otros 16.000 millones de pesetas para la construcción de dos puertos (presumiblemente en Algeciras y Elmenseses, en Gijón), donde se descargarán los 7.600.000 toneladas de carbón. importado que serán necesarias para el funcionamiento de las citadas centrales.

La entrada en funcionamiento de estas siete centrales, prevista para 1984, supondrá el ahorro de 6,4 millones de toneladas de crudos, que, a los precios actuales, significarán unos 1.418 millones de dólares menos en una factura petrolífera que rondará los 13.000 millones de dólares en 1980. El consumo de carbón de estas siete centrales será de 14 millones de toneladas al año, con un costo anual de 350 millones de dólares, en lo que se refiere a los 7,6 millones de toneladas que tendrán que ser importadas.

La potencia total de estas siete centrales (cuatro medias, de 350 megavatios, y tres grandes, de 550 megavatios) será de 3.050 megavatios, que representa, aproximadamente, un incremento del 10,18%de la potencia total instalada en España a finales del año pasado. Los lugares donde irán instaladas estas centrales son en Narcea, Soto de Ribera y Aboño, en Asturias, y en La Robla (León), Guardo (Palencia), en el litoral de Almería y en Los Barrios (Cádiz).

Sectores beneficiados

Aparte de los bienes de equipo, el ministro de Industria destacó ayer el resto de los sectores que se beneficiarán de las obras planeadas. En este sentido, destacó el de construcción y montaje, que recibirá directamente 29.200 millones de pesetas, y el de ingeniería, que recibirá una inversión de 14.600 millones de pesetas.También resultará potenciado el sector de extracción de carbón nacional, cuya producción, en el horizonte de 1984, deberá incrementarse en un 50% respecto a 1979 para poder satisfacer la demanda de las nuevas centrales.

La construcción de éstas implicará la utilización de materiales nacionales en un 90%. El resto será suministrado, entre otras, por la empresa norteamericana Combustion Engineering y, por la alemana Balcke Durr.