Fuerte polémica entre los dos fabricantes de ruedas
La Federación Internacional de Automovilismo, después de difíciles negociaciones con los dos únicos fabricantes de neumáticos que suministran ruedas para la fórmula 1, Good-year y Michelin, ha resuelto limitar el número de tipos de ruedas que los coches podrán utilizar en los entrenamientos y carreras a partir del próximo Gran Premio de Bélgica.
Pese a que, en teoría, el acuerdo ha sido tras llegar a un compromiso entre las dos marcas implicadas, la realidad es muy diferente. Porque ninguna de las dos parece satisfecha del resultado. Michelin, que consiguió la victoria en las dos últimas carreras, con Renault, y el título en la pasada, con Ferrari -únicos equipos a los que calza-, porque con el cambio se ve negativamente afectada en razón del número de ensayos. Hasta ahora, con sólo cuatro coches, la casa francesa dominaba; con la modificación, el número de experimentos que pueda hacer su rival, que equipa a más de veinte coches, puede ser definitivo para su derrota.Por su parte, Good-year estaba permanentemente molesta contra la marca francesa porque, según los americanos, ésta suministraba un número ilimitado de neumáticos a sus cuatro coches, hasta llegar a dar con el idóneo para cada circuito y cada situación, mientras Good-year, al tener que equipar a más de veinte, no podía desplazar a cada país casi doscientas ruedas por coche, como hacía Michelin. Con el acuerdo alcanzado, los americanos piensan que las fuerzas se igualan, o, al menos, se compensan.
Sin embargo, Good-year se siente muy molesta por el hecho de que la entrada en vigor del acuerdo no se haya hecho a partir del Gran Premio de Estados Unidos, de Long Beach, el próximo 30 de este mes de marzo, y se haya retrasado hasta el de Bélgica, el próximo día 4 de mayo. La derrota sufrida por el coloso norteamericano el pasado año en su propio país fue un golpe muy duro, que se tradujo después en la cifra de ventas, y la modificación -que muchos piensan que beneficia a la marca americana- podría haber evitado el que la derrota se repitiese este año.
La situación precedente
Hasta ahora, como no había limitación en el número ni tipo de neumáticos posibles a utilizar por cada coche, en los entrenamientos libres y oficiales, previos a cada carrera de fórmula 1, los diferentes equipos probaban, una y otra vez, con compuestos de goma diferentes, hasta conseguir dos objetivos distintos. Uno, el contar con una calidad de goma especialísima, que, aunque se desintegrase totalmente en sólo cinco vueltas, permitiese en su cortísimo tiempo de vida alcanzar unos tiempos sensacionales. Hay que tener en cuenta que a través de la rueda el motor transmite toda su potencia al suelo a la hora de acelerar, los frenos la suya al querer parar: es el vínculo permanente para mejorar la estabilidad en las curvas y debe frenar al coche lo mínimo posible en las rectas a través del rozamiento.El otro objetivo pretendido por los equipos en los entrenamientos libres y oficiales es el de encontrar la rueda que sea capaz de adaptarse lo mejor posible al trazado del circuito, a su asfalto, y que consiga un compromiso de rapidez y duración siempre difícil.
El problema que se había planteado con estas ruedas y estas pruebas es que, actualmente, la sofisticación había llegado a tal punto que ya existen ruedas de dos o tres vueltas sólo, capaces de conseguir unos tiempos fantásticos, pero absolutamente irreales, que luego nada tenían que ver con las que los coches utilizarían en la carrera, y que, finalmente, al ser ruedas muy especiales -y, por tanto, carísimas- los fabricantes sólo se las daban a algunos pilotos, a los elegidos, que, automáticamente, se diferenciaban aún más del resto, no ya por sus cualidades ni siquiera por las de su coche, sino sola y exclusivamente por las de las ruedas que le habían montado.
El polémico acuerdo
Según el acuerdo de compromiso firmado entre la Federación y las dos marcas en litigio, sólo podrán utilizarse tres tipos distintos de ruedas para cada carrera. La forma de elección de los tipos de neumáticos se producirá desde los primeros entrenamientos libres no cronometrados. En ellos no habrá limitación de tipos o calidades de ruedas. Pero, al final de los mismos, los diferentes equipos deberán decidir el tipo -sólo uno- de ruedas que usarán para los primeros entrenamientos oficiales cronometrados. Y, en éstos, sólo podrán contar con dos juegos de ruedas de ese determinado tipo, previamente elegido.Finalmente, para la carrera, los coches sólo podrán utilizar uno de los tres tipos distintos empleados en los entrenamientos oficiales, y sólo uno. De esta forma, los distintos coches sólo podrán usar un tipo de ruedas en la carrera, y este tipo tendrá que salir, obligatoriamente, de una selección de entre los tres -únicamente tres- usados en los entrenamientos.
Al margen de éstos, y para el caso de que se presente la lluvia de forma repentina, todos los coches podrán tener a su disposición un juego de ruedas especiales para rodar sobre piso mojado.
De cualquier forma, la picaresca parece haber entrado ya entre los fabricantes de neumáticos de la fórmula 1. Los franceses se quejan de que su rival norteamericano, impulsor de estas nuevas medidas, posee ya un nuevo tipo de ruedas, que posee un compuesto de goma extremadamente blando en su superficie, para conseguir una vuelta muy rápida o una salida fulgurante, y que, al cabo de unas cinco vueltas, esta goma desaparece para dar paso a otra más dura, capaz de resistir el rodaje de toda la carrera.
Al margen de todo esto, esta nuevas medidas plantearán una enorme complicación de orden técnico y burocrático. Todos los equipos tendrán que contar con un comisario técnico, impuesto por la Federación, que vigile el correcto cumplimiento de las norinas. Ese comisario -que dificilmente pue de tener conocimientos suficientes para distinguir los compuestos de goma de estas ruedas, que carecen de nomenclatura ni denominación alguna en el exterior, salvo unos guarismos escritos con tiza sobre la rueda- podrá denunciar cualquier anomalía, y la infracción será castigada con quince millones al suministrador de las ruedas ilegales y con la retirada del campeonato del mundo del equipo infractor.
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