Industria fija los objetivos del INI

El Ministerio de Industria ha señalado al Instituto Nacional de Industria (INI) sus objetivos para 1980 en una carta de siete fólios, dirigida por el ministro, Carlos Bustelo, al presidente del holding, José Miguel de la Rica. Uno de los objetivos señalados en dicha comunicación es el que el grupo de empresas del Instituto logre alcanzar los 15.000 millones de pesetas de beneficio en el próximo ejercicio de 1985.La evolución de las pérdidas del grupo INI viene marcada por una reducción en términos corrientes durante los dos últimos años. En 1978, las pérdidas globales fueron de 57.000 millones; las previsiones para 1979 son de 52.000 millones de pesetas; y la estimación para el presente ejercicio se sitúa por debajo de los 40.000 millones. Esta evolución en términos corrientes supone una reducción mucho más sensible en términos constantes (es decir, teniendo en cuenta las tasas de inflación), según han destacado fuentes del propio Instituto. La carta remitida por el Ministerio de Industria insiste en la necesidad de elaborar y respetar los planes estratégicos por las distintas sociedades del grupo. Asimismo se fija el compromiso para el INI de elaborar un plan estratégico para todo el holding, que abarque desde 1981 a 1985, en el plazo de tres meses.

En el ámbito industrial, la carta remitida por el titular de Industria señala el objetivo de encaminar las empresas hacia una adaptación de sus costes y niveles de productividad a los de las empresas europeas, así como acentuar su toma de posiciones en Europa y Latinoamérica.

La gestión de las sociedades -dice también la carta- debe concentrarse especialmente en una reducción de las pérdidas y la mejora de los resultados a corto plazo, en línea con lo ya señalado para el presente ejercicio de 1980. El INI debe funcionar cada vez más como un auténtico grupo industrial y plantear con realismo sus necesidades financieras para el logro de los objetivos marcados.

La carta reconoce la existencia de un paro encubierto en las empresas del grupo y recomienda que sea progresivamente transferido a actividades con mayor grado de productividad. El mantenimiento de ese empleo improductivo -continúa la carta- puede poner en peligro todo el eniffieo global del grupo INI y su propia subsistencia empresarial. En esta misma línea, se recomienda que se agoten todas las vías de recolocación posibles de la mano de obra excedentaria en las empresas, pero que en último caso se opte por el cierre de toda actividad improductiva o no rentable.

Finalmente se especifica en la carta la necesidad de que el INI mantenga unos niveles de inversión de al menos el promedio de los últimos tres años, con objeto de compensar la caída de la inversión privada, en tanto ésta no se restablezca a sus niveles normales. Consecuentemente, el grupo deberá contar con un plan financiero a medio plazo.