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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Política y teatro

Parece ser que ahora la propaganda de la derecha tradicional se oculta bajo el cartel de un teatro madrileño, en el que reza «comedia» y en el que su autor niega ser un profesional de la política. Pero, a mi juicio -juicio de un espectador estafado- no está lejos de ser un verdadero melodrama populachero.Temas como el aborto, la actual coyuntura española, el clero vocacional, el terrorismo, se disfrazan tocados de una forma vulgar, sobada, machacona y nada objetiva.

Tras este telón se vislumbra en todo momento de la obra- un «con Franco vivíamos mejor» y hasta se llega a ensalzar las figuras de Hitler y Mussolini.

Pero, como digo al principio, el autor y protagonista niega su partidismo.

Tras una sotana simbólica mueve a sus personajes como marionetas y ensalza a un clero convencional que se halla sumido en sus problemas de siempre. El aborto, problema primordial, es aquí enfocado con soberbia eclesial, cayendo en el mismo círculo vicioso en que nuestra Iglesia lleva años metida, dando las mismas soluciones y haciendo de éstas actos de fe, que nos recuerdan a la Inquisición y, aun diré más, a la CIA.

Una vez más se prescinde de la libertad del individuo como regidor de su destino y se le encomienda a Dios. «Que Dios os lo demande », grita el protagonista.

Pero no se conforma con enco

(Pasa a página 10)

Política y teatro

(Viene de página 9)mendarnos a Dios. Su ley, el dogma eclesial, es ley ante Dios y ante los hombres, así en la tierra como en el cielo. Porque el cielo es administrado en este mundo por la Iglesia, que lo concede a sus benefactores: el dinero y el poder.

Innumerables veces el autor hace alusiones despreciativas a políticos y al presidente Suárez, sin caer en la cuenta de que son herederos de una España hundida cuya basura sale a flote ahora, tras largos años. Porque el paro, la delincuencia juvenil, el homicidio político y tantos otros han permanecido ocultos a los ojos informativos.

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