Ratificada la reforma del Código Penal relativa a las libertades de expresión, reunión y asociación

El Pleno del Congreso de los Diputados ratificó ayer, por 231 votos favorables, uno negativo y dos abstenciones, la totalidad del proyecto de ley por el que se reforma un conjunto de artículos del Código Penal relativos a las libertades de expresión, reunión y asociación. El carácter orgánico del proyecto exigió esta votación independiente de la del articulado. Todas las enmiendas socialistas fueron aceptadas por UCD a lo largo del debate, y una que fue rechazada por el ponente centrista Vázquez Guillén resultó aprobaba también por un error en los escaños del partido gubernamental.

El debate de los dieciséis artículos del Código Penal que modifica este proyecto se abrió con la intervención del comunista Solé Barberá que ya anunció su posición favorable a la totalidad del proyecto, aunque defendió distintas enmiendas con escasa fortuna en los resultados. Todo lo contrario debe afirmarse de la posición socialista, que ayer vio cómo los argumentos de su ponente, Virgilio Zapatero eran aceptados por los ucedistas.La explicación de este fenómeno hay que encontrarla en el hecho de que el proyecto arranca de tiempo anterior a la entrada en vigor de la Constitución, desde luego a la entrada en las Cortes del proyecto de nuevo Código Penal. Sucede, entonces, que varios de los preceptos que ahora reforma parcialmente el Código, debían ser adecuados a la Constitución y a la futura legislación penal, y las enmiendas del PSOE se encaminaban fundamentalmente en esta dirección por lo que la lógica legislativa impuso la aceptación de estas tesis en las filas gubernamentales.

El proyecto fue calificado repetidamente como trascendental, y supone un decisivo giro a la regulación de un conjunto de libertades frente a la legislación franquista.

Las enmiendas socialistas consiguieron que se suprimieran, entre otras, las referencias de los artículos 167 y 173, que regulan los derechos de reunión o manifestación y el de asociación, respectivamente, a la «moral pública» como causa de ilicitud. Zapatero, en nombre de los socialistas, argumentó la inconstitucionalidad de esta posible cortapisa.

En el turno de explicación de voto, Zapatero insistió en una argumentación manejada inicialmente, y que había rebatido Vázquez Guillén en nombre de los ucedistas, que, según la cual, en los últimos tiempos hemos asistido a una «peligrosa escalada» de atentados contra las libertades en nuestro país, y citó como casos «escandalosos» el que ciertas revistas hayan sido secuestradas, ciertas películas no obtengan licencia de exhibición; directores de periódicos, procensados, dijo, por expresar sus opiniones, consignas a redactores de Radio Nacional, consignas a directores de Medios de Comunicación Social del Estado, limitación de la aparición de líderes de la oposición en TVE.

Solé Barberá, por los comunistas, explicó también su voto favorable. Se da la circunstancia de que esta es la primera ley orgánica que cuenta con la anuencia de los comunistas.

Tras un descanso, el Pleno aprobó una proposición de ley sobre autopsias clínicas, que obtuvo 227 votos favorables, cuatro abstenciones y uno nulo.