Los trabajadores del grupo Álvarez, de Vigo, vuelven a la huelga
Los 3.200 trabajadores del grupo de empresas Alvarez han iniciado una segunda fase de la huelga convocada para presionar en las negociaciones del convenio colectivo. Con la interrupción de la media jornada de hoy, los trabajadores se mantendrán en paro hasta pasada la jornada del martes.
Entre tanto, la dirección del grupo ha expuesto al comité de empresa un plan de reestructuración, en base a propiciar las bajas mediante premios e indemnizaciones y conseguir reducir la plantilla en unos ochocientos puestos. El plan incluye la jubilación anticipada de 140 trabajadores, de los que 59 ya han aceptado, con garantías de percibir todo su sueldo real y un premio, consistente en el abono de una semana de salario por año de servicios. Otros trescientos trabajadores, con enfermedades profesionales, tendrían a su disposición los servicios jurídicos de la empresa para conseguir la declaración de incapacidad laboral absoluta, y a los que sólo les fuese reconocida parcialmente Ia empresa les compensaría hasta el límite del 70% de su salario real. Otro grupo, de unos doscientos trabajadores, que mantienen desde hace años niveles excesivamente altos de absentismo, percibirán indemnizaciones sustanciosas por presentar voluntariamente su baja, mientras que otros doscientos, aproximadamente, podrían optar por una excedencia de cuatro años y una indemnización de 400.000 pesetas, y volverán a cobrar la misma cantidad si no hubiese plaza al finalizar dicho período, o solicitar la baja voluntaria, cobrando una prima de un mes por año de servicios, sin límite de antigüedad, y de un mes y medio para los mayores de 45 años o titulares de familia numerosa.El comité ha rechazado esta propuesta y, según fuentes de la empresa, ha manifestado que presentaría el lunes un plan alternativo. El comité considera que los mil millones de pérdidas que arrojan las empresas del grupo Alvarez, pertenecientes al INI desde diciembre de 1976, se deben a la mala gestión de dirección, mientras que ésta insiste en que las empresas no son viables con las plantillas heredadas de los antiguos propietarios, aunque se haya mejorado sensiblemente la situación con la gestión del Instituto Nacional de Industria (INI).
En cuanto al convenio, las negociaciones están estancadas, porque la dirección insiste en que para hacer una propuesta razonable necesita conocer la situación de la plantilla de las empresas, que se derivará de la aceptación o no del plan de reestructuración sometido al comité.
El convenio del grupo Alvarez tenía que haberse negociado a mediados de 1979, pero se pospuso este trámite hasta principios de este año, reiniciándose las negociaciones en enero.
Las empresas Alvarez fueron absorbidas por el INI como consecuencia del mandato del Gobierno, a la vista de su situación de práctica quiebra, en 1976. La actividad de estas empresas está centrada en la producción de lozas, porcelanas y artículos de vajillas en general, tanto con destino a consumos domésticos como para establecimientos industriales del ramo de la hostelería. Entre las empresas Alvarez se incluye también una cadena de tiendas de venta directa de las producciones propias, aunque la mayor parte de éstas se canaliza a través de los grandes almacenes. Las empresas Alvarez ocupan un puesto importante entre los sectores productivos de la zona viguesa y su propiedad pertenecía a la familia Alvarez, que percibió una peseta por cada una de, sus acciones en las distintas sociedades que integran el grupo.
La nacionalización de las empresas Alvarez se produjo paralelamente a la de otra importante empresa viguesa también en crisis, los astilleros de Hijos de J. Barreras, durante la etapa en que ocupaba la cartera de Industria Carlos Pérez de Bricio.
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