Peligra la temporada madrileña

Cuando parecía que la temporada madrileña empezaba a estructurarse mediante la gestión de la nueva concesionaria de Las Ventas, Taurina Hispalense, surge el rumor, muy intenso en medios taurinos, de que los problemas de esta sociedad persisten y sus relaciones con el nuevo consejero delegado, José Luis Martín Berrocal, son muy confusas. En círculos empresariales apuestan porque antes de un mes el coso estará sin empresa, con el consiguiente peligro para que haya toros en los primeros meses.La cuestión capital podría centrarse ahora en que los socios de Taurina Hispalense no habrían contraavalado el aval bancario que gestionó Martín Berrocal y, en tales circunstancias, éste se negaría a arriesgar ninguna gestión como empresario de Las Ventas y a aportar el nuevo aval que la Diputación exige sea presentado antes del próximo 6 de marzo. Según ha podido saber EL PAÍS, Berrocal ha manifestado a un destacado hombre de negocios taurinos que para ponerse en marcha exige los contraavales y además las cuentas claras, pues, al parecer, continúan apareciendo deudas e incluso sueldos pendientes referidos al primer ejercicio económico de Canorea como empresario de Las Ventas, y la relación de pérdidas no parece tener fin.

Mientras tanto, Angel Luis Bienvenida, según publicaba ayer Vicente Zabala en Abc, ha declinado la oferta para hacerse cargo de la contratación de toreros y relaciones públicas de la plaza de Madrid, y ahora, Berrocal busca el hombre que va a ejercer esta función. Al parecer, encamina muy acertadamente sus pasos, pues ha tenido contacto con Manolo Cano, empresario de Carabanchel durante siete años, apoderado de toreros, uno de los profesionales que mejor conoce el negocio taurino yademás muy bien relacionado a todos los niveles. En lo que se refiere a la contratación de ganaderías, sigue siendo muy probable que se haga cargo de esta misión Victorino Martín.

Las relaciones de Martín Berrocal y Diodoro Canorea, que se habían distendido a raíz de la reestructuración de Taurina Hispalense, vuelven a enconarse por la pretensión del primero de convertirse en gerente de la Maestranza, de Sevilla. El actual gerente, Pedro Balañá, quiere dejar esta función y vender sus participaciones en la empresa. Berrocal es el principal -y acaso único- candidato a la compra, pero es preceptiva la autorización del empresario «de derecho» de la Maestranza, Carmen Pagés, esposa de Canorea, quien se niega a concederla.

Los problemas de Canorea se prolongan a la plaza de Albacete, de la que también es concesionario, y en la cual ha perdido durante la pasada temporada del orden de veinticuatro millones de pesetas. Como sus socios capitalistas, el ganadero Samuel Flores y el hotelero Sánchez Flor, quieren retirarse del incierto negocio, Canorea consiguió sustituirlos, convenciendo al rey de los bingos de Cartagena, Juan García Roldán, el cual aceptó entrar en la sociedad con la aportación de una fuerte suma de dinero. Sin embargo, las últimas noticias son que García Roldán lo ha pensado mejor y desiste de embarcarse en la aventura.

De los complicados pactos y juegos de intereses de estos empresarios y sus socios se puede deducir un grave perjuicio para el normal desarrollo de las temporadas taurinas en las plazas que regentan. Por ejemplo, nada hay hecho para la feria de Sevilla, cuando otros años, a estas alturas, ya estaban definidas las combinaciones básicas de toros y toreros. Y en lo que se refiere a Las Ventas, cabe la posibilidad de que el 6 de marzo, a nueve días escasos del comienzo oficial de la temporada, no haya empresa, lo que exigiría de la Diputación Provincial una dificilísima solución de emergencia para no dejar sin toros a la afición madrileña, lo cual no se había producido nunca en los últimos cuarenta años. Son muy pocas las organizaciones que podrían hacerse cargo en el último minuto de montar la temporada de Las Ventas y quizá sólo Nueva Plaza de Toros de Madrid, SA, esté preparada para ello.