Finalizó la huelga de hambre de Rafael Escuredo

El ministro de Administración Territorial, Antonio Fontán, reiteró al consejero de Interior de la Junta de Andalucía que el Gobierno no piensa ampliar la duración de la campaña ni modificar el texto de la papeleta del referéndum autonómico del día 28, a pesar de las protestas de las fuerzas políticas andaluzas y de la huelga de hambre del presidente Escuredo, que éste dio por terminada anoche en un estado de salud muy debilitado, aunque sin fiebre. La actual- situación del proceso autonómico originó ayer, por otra parte, una polémica entre los secretarios generales del PSOE, Felipe González, y del PSA, Alejandro Rojas Marcos.

Por lo que respecta a los fondos solicitados por la Junta para realizar su campaña institucional, incitando a la participación, el Gobierno pretende que su cuantía sea negociada mañana, jueves, en una entrevista entre Escuredo y el vicepresidente Abril Martorell. Sólo en los temas relacionados con el voto por correo y el de los emigrantes la Junta ha conseguido aparentemente sus objetivos, al haberse comprometido el Ministerio del Interior a facilitarlos mediante un decreto que se hará público el próximo sábado. En cuanto al uso de los medios de comunicación estatal, fue objeto de una reunión durante la mañana de ayer entre el consejero de Interior y Fernando Arias Salgado, considerada sumamente negativa en fuentes de la Junta.Comentando el resultado de estas gestiones, Rafael Escuredo -que ha convocado al consejo permanente de la Junta para el próximo viernes- lo calificó de decepcionante, y agregó que tenía que pensarse muy detenidamente si acudirá mañana a la cita con Abril Martorell. «Resulta sorprendente que el Gobierno nombre un interlocutor con la Junta, el señor Fontán, y ahora lo descalifique y aparezcan el superministro Abril y otros nuevos interlocutores. Uno ya no sabe muy bien con quién tiene que hablar, porque esto es un jeroglífico de interlocutores que aparecen y desaparecen como el Guadiana», dijo.

El presidente no quiso dar excesiva importancia al boicot informativo que le ha declarado RTVE, aunque señaló: «Me temo que RTVE no está cumpliendo su papel de informar a los españoles que la pagamos y, en general, los medios de comunicación estatales no acaban de darse cuenta de que los de la Junta también somos Estado.» Repitió que su campaña no se basará en ataques a UCD y que está dispuesto a hacerla sin un duro, aunque no renuncia a conseguir el máximo de dinero posible. «Me pregunto muchas veces qué es lo que se pretende con esta actitud, a qué se está jugando», señaló Escuredo, y añadió que el proyecto de Estatuto tipo presentado por UCD para la vía del artículo 143 consagra no una autonomía de segunda, sino de tercera: «Es poco más que una mancomunidad de diputaciones. »

Durante la jornada de ayer continuaron los testimonios de solidaridad con la huelga de hambre del presidente andaluz en forma de telegramas, visitas y firmas de ciudadanos. Hay que destacar el comunicado conjunto de los sindicatos CCOO, UGT, SAT y SU, en el que se acusa a UCD de provocar deliberadamente la confusión en el pueblo andaluz y se manifiesta el propósito de los firmantes de promover por todos los medios a su alcance la participación masiva y el voto afirmativo de los trabajadores en el referéndum. Por la tarde, alcaldes y concejales del PTA en huelga de hambre se concentraron en la Junta para dar por concluida su postura en unión de Escuredo.

Pero la jornada de ayer estuvo marcada, sobre todo, por las divergencias entre los partidos de izquierda integrados en la Junta. Una reunión entre el presidente y los secretarios generales del PSOE Andaluz, PCE-PCA y PSA terminó bruscamente al producirse el abandono del despacho presidencial por parte de Alejandro Rojas Marcos, cuyo análisis sobre la situación y las decisiones a adoptar divergían notablemente del que hacían socialistas y comunistas.

Según explicó el propio Rojas Marcos en conferencia de prensa tras pedirle explicaciones a Escuredo por su acción personal de ponerse «en eso que el llama huelga de hambre», el PSA propuso formalmente a los demás partidos que la Junta rechazase de modo rotundo las condiciones en que se iba a celebrar el referéndum y que los cuatro líderes presentes tomasen una postura única de encerrarse, declararse en huelga de hambre indefinida o cualquier otra que se estimase oportuna para plantarle cara al Gobierno.

Alejandro Rojas Marcos mostró su sorpresa de que, ante estas propuestas, «me encontré con que el presidente ya no quería más huelgas de hambre y que los otros compañeros pensaban que sí existen las condicione mínimas exigibles para el referéndurn». Acusó a continuación al PSOE y PCA de connivencia con UCD para hacer fracasar la autonomía andaluza, «aunque se quejen y critiquen, porque entre ellos ya se han repartido los papeles ».

Felipe González: "Puede ganarse"

Por último, Rojas Marcos declaró que «Felipe González es un insensato y un irresponsable cuando le dice al pueblo andaluz que el referéndum está ganado.» El secretario general del PSOE, que se entrevistó ayer durante media hora con Rafael Escuredo, replicó, por su parte, sin citar en ningún caso al PSA, que «ante la actitud de provocación del Gobierno sería un error caer en la tentación del escapismo, del jugar al o todo o nada».Para el líder socialista, los partidos andaluces deben huir del catastrofismo y de cualquier actitud que socave las instituciones democráticas. Valoró positivamente la postura de Escuredo, que no supone ni conformismo ni escapismo y repitió que el referéndum podía ganarse, en cuyo caso el Gobierno debería presentar su dimisión, como ocurriría en cualquier país democrático.

«El Gobierno ha sido coherente con su incoherencia».