Huelga de nueve días en Ensidesa

Los trabajadores de Ensidesa iniciarán mañana una huelga de nueve días de duración como respuesta a la oferta empresarial de un convenio colectivo enmarcado en un plan de reestructuración con unas subidas salariales del 4% para este año y del 7% para 1981. La convocatoria marcada por el pleno de los comités de las cuatro factorías fue ratificada por las asambleas de trabajadores. El paro se extenderá desde las seis de la madrugada de mañana hasta la misma hora del día 13.La dirección ha solicitado de la autoridad gubernativa la adopción de las medidas precisas para garantizar el derecho al trabajo de quienes no estén dispuestos a secundar la huelga. De esta forma se pretende evitar las actuaciones de los piquetes, aunque un representante de los trabajadores aseguró que en esta ocasión no será necesario invitar al paro, porque sus causas son suficientemente conocidas. La huelga cuenta con el apoyo de Comisiones Obreras y la UGT, pero no con el de la Asociación de Técnicos y Administrativos (ATA). El informe presentado por la dirección de Ensidesa a los representantes de los trabajadores, destaca que desde 1974 el coste del personal ha crecido ostensiblemente sin guardar relación alguna con la evolución de la factoría. Significa más del triple del aumento de la facturación por persona en el período 1974-1979. En cuanto a la productividad, Ensidesa osciló en este mismo período en el entorno de 190 toneladas por persona y año, cifra que en las siderurgias competitivas superan las trescientas toneladas. Los resultados de Ensidesa presentan desviaciones muy graves, tanto en el coste del personal, que supone el 28,3% de la facturación, cuando este concepto no rebasa el 20% en ninguna empresa siderúrgica competitiva, como en los intereses de la deuda, que representan un exceso de más del 5% respecto del 6% aconsejable.

El plan de reestructuración de Ensidesa a corto plazo prevé el cierre de las instalaciones obsoletas de Mieres y La Felguera, un expediente selectivo de jubilación ailticipada, la eliminación de las pérdidas -el ejercicio pasado fueron de 7.000 millones de pesetas, casi el 50% de la registrada en 1978-, reduciendo el coste total del personal en relación a la cifra de ventas, elevar los niveles de producción y ventas planificadas, la movilidad plena del personal, el reajuste de las plantillas.