Londres y los nacionalistas moderados intentan impedir el triunfo de Mugabe en Rodesia

Los indicios son cada vez más claros en Rodesia de que tanto las autoridades británicas como los dirigentes, políticos negros están aunando sus esfuerzos con el objetivo de impedir que el líder nacionalista Robert Mugabe se convierta en el primer jefe de Gobierno de un Zimbabwe independiente.La última prueba en este sentido la dio ayer el ex primer ministro del régimen ilegal de Salisbury, lan Smith, quien, en una reunión con granjeros blancos en Marule, al sur del país, pidió a éstos que recomendasen a sus trabajadores de color que votasen al colíder del Frente Patriótico, Joshua Nkomo, en las próximas elecciones generales.

La petición de Smith, que hasta hace poco describía a Nkomo como «asesino» y «terrorista», ha causado una conmoción política en Rodesia, ya que fueron las guerrillas de Nkomo las que derribaron a dos aviones civiles de la línea aérea rodesiana el pasado año, causando 107 víctimas.

Pero para Smith: « La alternativa a Nkomo no es otra que el marxista Robert Mugabe. Y, en conciencia», dijo a los granjeros, «tengo que pediros que digáis a vuestros trabajadores que no voten por Mugabe, porque, si es elegido, se llevará su ganado y sus hijos.»

Curiosamente, Smith no se molestó en mencionar al obispo Abel Muzorewa en su alocución. El ex primer ministro está realizando una campaña electoral calificada de desafortunada, incluso por miembros de su propio partido, el Consejo Unido Africano Nacional.

Con el discreto apoyo y bendición de las autoridades británicas, miembros del Frente Patriótico allegados a Nkomo están celebrando conversaciones secretas con los partidarios de Muzorewa, Sithole y Chikerema en un intento de formar una alianza poselectoral para impedir el acceso de Mugabe al poder. Aparentemente, la mayor dificultad es conseguir un entendimiento entre el obispo y Nkomo.

Contrariamente a Muzorewa, que aprovecha todos los mítines para atacar a sus partidarios, Nkomo quiere, dar en todas sus actuaciones una imagen de estadista y político nacional. Su estribillo constante es «la unidad y la reconciliación nacional». Ayer, por ejemplo, pidió en Salisbury el inmediato comienzo de conversaciones para fusionar sus guerrillas y las de Mugabe con las fuerzas de seguridad rodesianas con vistas a formar el futuro ejército de Zimbabwe.

De la declaración de lan Smith se desprende la posibilidad de que los veinte diputados blancos, que se elegirán el próximo día 15 de marzo, podrían bascular su apoyo parlamentario a una alianza pos- electoral encabezada por Joshua Nkomo, cuyas relaciones con Mugabe, en opinión de amigos comunes, se deterioran por momentos. El dirigente nacionalista rodesiano Robert Mugabe declaró a la agencia de prensa IPS que sí triunfa en las próximas elecciones «es seguro que no convertirá a Zimbabwe en una nueva Angola».

Mugabe añade que «los partidos ZANU (el suyo) y ZAPU (de Joshua Nkomo) son todavía componentes del Frente Patriótico y el hecho de que hayamos decidido participar por separado en las elecciones no destruye el Frente», explicando además que, «concluidas las elecciones podemos entrar a examinar nuestras posiciones y formar una coalición si el ZAPU está de acuerdo».

El líder nacionalista afirma que «la lucha armada generó en nosotros ideas revolucionarias. Aceptamos el socialismo como ideología que guíe nuestro proceso. El socialismo tiene etapas, y esta es la primera que consideramos como la etapa de la democracia en este proceso».

En relación con sus objetivos, Mugabe afirma que tras ganar las elecciones «hay que construir un programa que apunte a satisfacer los deseos de nuestro pueblo, sobre bases que no sean raciales».

Mugabe afirma que en política exterior mantendrá la coexistencia pacífica «incluida con la Suráfrica racista», el ingreso de Rodesia en la OUA y la integración en la «Iínea de países del frente» y en los países no alineados.