Polémica elaboración del mapa sanitario de la región

La falta de entendimiento y los roces existentes entre la Consejería regional de Sanidad, cuyo titulares el comunista Silvino Lantero, y la delegación territorial del ministerio, subyacen en el programa de actuaciones del responsable de esta área de actuación en el ente preautonómico. El consejero regional enjuicia el mapa sanitario de Asturias, de la delegación territorial, como «técnicamente deficiente y, lo que es peor, políticamente incorrecto».

El señor Lantero se negó a firmar el documento resultante, alegando que el mapa ha sido dirigido por los órganos delegados de la Administración central, cuando en su opinión debería ser competencia propia del Consejo Regional de Asturias, como máximo organismo político de la región. El mapa sanitario de Asturias divide la provincia en ocho comarcas, a su vez subdivididas en dos o tres subcomarcas, según las caraterísticas de la zona. Las más desasistidas son las de oriente y occidente, donde sólo se dispone de 0,27 camas por cada mil habitantes, mientras que en la zona central las instalaciones sanitarias ya disponibles superan la media nacional.

El mapa no se apoya en la creación de hospitales, sino en el establecimiento de áreas geográficas urbanas y rurales, como núcleos para la realización de una medicina rural integrada. El medio no urbano se estructura en unidad sanitaria local, subcomarcas, comarcas y provincia-región sanitaria. El medio urbano, en sector, sector-subcomarca y distrito-comarca. En opinión del consejero regional de Sanidad, el mapa ha sido elaborado sin tener en cuenta las fuerzas representativas del pueblo asturiano: vuelve a potenciar los centros hospitalarios superiores, no contempla la gestión democrática y descentralizada de la red sanitaria a todos los niveles.