La quema de quioscos
« (... ) El problema que reflejan los intencionados incendios de tales expendedurías de periódicos es, en términos generales, el de la violencia que se abate por muchos, demasiados, espacios de la vida española; y, en términos específicos y concretos, el de la sobrecarga política y pasional tercamente embalsada en las publicaciones periodísticas. Respecto de lo primero cabe hablar de una responsabilidad colectiva, en tanto que la sociedad española se muestra incapaz, por sí y por medio de sus legítimos representantes, de dar a la violencia la respuesta disuasoria y solutoria; respecto de lo segundo, de la directa responsabilidad que a la prensa corresponde, habría que diferenciar comportamientos, hábitos y conductas, si el propio público y los mismos lectores no lo hicieran de forma expresa y suficiente. Estos, a su vez, los lectores, desarrollan un compromiso moral al asumir objetivamente, con la sostenida asiduidad de su demanda, unos u otros contenidos periodísticos.¿Qué responsabilidad pueden tener, en cambio, los expendedores de prensa en todo el proceso de multiplicación o reflejo de la violencia atribuible a las publicaciones periodísticas? Ninguna. En un quiosco comparecen por igual y sin discriminación cuantas publicaciones legales lo quieran hacer. Es el espacio físico de concurrencia para los periódicos y revistas, cualquiera que sea su orientación ideológica.
Por ello, la violencia que les hace víctimas expresa una irracionalidad de segundo grado, una demencia especialmente ciega.(... )»
30 de enero