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El Comité Olímpico norteamericano votó en pleno a favor de Carter

El Comité Olímpico norteamericano se alineó con el presidente Carter y pidió el cambio de sede, el aplazamiento o la cancelación de los Juegos de Moscú. La decisión se adoptó en una reunión mantenida en Colorado Springs y por absoluta unanimidad: 68 votos a favor y ninguno en contra. Aún no se habla producido ninguna reacción soviética, pero sí en otros países. Taiwan y Chile se muestran partidarios del boicot, mientras el Comité belga acordó que los atletas de su país acudan a Moscú.

Al ponerse del lado del presidente Carter, las autoridades deportivas de Estados Unidos condenaron prácticamente a muerte los Juegos Olímpicos, que si se celebran en Moscú no contarán con la presencia de atletas norteamericanos. Robert Kane, presidente del Comité Olímpico de Estados Unidos, que se había manifestado siempre en contra de toda posibilidad de boicot, señaló que, pese a todo, no habrá una decisión definitiva hasta que el Comité Olímpico responda a la petición del norteamericano y decida cualquiera de las cuestiones planteadas.La suspensión por un año de los Juegos aparece ahora como la salida más viable al problema. Consejeros de la Casa Blanca comentaron que el cambio de sede y la cancelación de los Juegos no parecen contar con demasiado apoyo en el resto del mundo, pero que el aplazamiento por un ano podría permitir que se aliviaran las actuales tensiones existentes, producidas tras la invasión militar soviética en Afganistán.

Por su parte, el Consejo de Atletas Norteamericanos, un grupo representativo de los intereses de los deportistas, votó por treinta a doce el envío a Moscú de una delegación que participe en los Juegos de Moscú; pero sus deseos tienen, en principio, pocas posibilidades de convertirse en realidad, porque el Gobierno de Washington ha insinuado ya su decisión de poner trabas legales y económicas.

Reacciones

Consejeros de Carter comenzaron a distribuir el domingo fragmentos literales de un libro repartido, al parecer, por el Kremlin en granjas, fábricas e institutos de la Unión Soviética. En el libro, titulado Librito para el activista del partido, se dice que «la lucha ideológica entre el capitalismo y el socialismo influye directamente en la elección de ciudades para ser sede de los Juegos». Carter pretenderá utilizar ese lenguaje para denunciar ante el COI la violación por parte de la Unión Soviética del principio olímpico de no politizar los Juegos y pedir, por tanto, el cambio de sede.

Lawrence Ting, vicepresidente del Comité de Taiwan, declaró que su país apoyará el boicot. «Creo que los Juegos», dijo, «deben celebrarse siempre en Grecia, país en el que nacieron las olimpiadas.»

El Comité alemán aplazó su decisión, aunque aconsejó a todos los deportistas de la República Federal que prosigansus entrenamientos para estar preparados de cara a la competición. Japón también esperará hasta el día 10 de febrero para anunciar si sus atletas acu dirán o no. La espera japonesa se debe a que el día 9 de febrero se reunirá en Lake Placid (Estados Unidos) el Comité Olimpic Internacional, que discutirá la situación.

Declaraciones de Borzov

«La abrumadora mayoría de lo atletas del mundo acudirán a lo Juegos», afirmó a Pravda el corredor soviético Valer¡ Borzov. El campeón soviético denunció con vigor la «provocadora campaña» de Washington, que «causa indignación entre los atletas norteamericanos, fieles al deporte y a los ideales olímpicos».

Según nos comunica nuestra corresponsal en Bruselas, Soledad Gallego-Díaz, el Comité Olímpico de Bélgica ha denunciado «los intentos de utilizar el deporte, y particularmente los Juegos Olímpicos, como medio de presión política», al tiempo que anuncia su decisión de respetar la Olimpiada de Moscú y no adherirse al boicot iniciado por Estados Unidos.

El Comité se reunió el pasado fin de semana, bajo la presidencia de Raoul Mollet, quien ya se había declarado personalmente en contra de cualquier posible medida de represalia «deportiva» contra la Unión Soviética por su invasión de Afganistán. En su comunicado final, el COB señala que todo boicot contra los Juegos Olímpicos de Moscú constituiría una toma de posición política que prohibe expresamente la Carta Olímpica y sus estatutos.

Los órganos del Comité Olímpico Belga anuncian que adoptarán todas las medidas a su mano para garantizar la presencia de sus atletas en la capital soviética, «evitando la interferencia extranjera en el deporte». «Los Gobiernos pueden adoptar posiciones de carácter político, pero no los representantes del mundo del deporte», añaden.

Aunque el Gabinete que preside el democratacristiano Martens no ha adoptado aún ninguna decisión respecto a la Olimpiada, hace escasos días el ministro de Defensa, José Desmarets, anunció que tratarían de actuar «de acuerdo con el Comité Olímpico de nuestro país».

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