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Las "cosas" de Radiotelevisión Española / 6

Televisión Española dificulta la comercialización de sus propios productos

La comercialización de los programas de RTVE, independientemente de su baja o alta producción, debería constituir una importante fuente de ingresos para el organismo. RTVE tiene en su organigrama una subdirección de comercialización, que, en principio, gestiona las ventas de TVE al extranjero, la exportación de películas super-8 y la promoción de programas.

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Radiotelevisión Española tiene, sin embargo, un volumen de ingresos por estos conceptos muy inferior a un desarrollo normal. El informe alude en reiteradas ocasiones a las dificultades que tiene la subdirección de comercialización para desempeñar su cometido y a la falta de conexión e intercambio de información entre las distintas áreas.En lo que se refiere a ventas de programas, se escribe en el informe: «En principio sorprende que este concepto, previsto en el presu puesto de 1978 con 20.150.000 pesetas, haya liquidado más de setenta millones de pesetas. Lo más incomprensible es que para 1979 se presupuestan 38 millones de pesetas. Este es un hecho que se aparta de la tendencia seguida en RTVE de sobrevalorar el presupuesto. Aunque siguiendo un razona miento inverso, también resulta criticable si nos basamos en el posible incremento de la venta, que podría alcanzar, según el propio subdirector, los doscientos millones de pesetas en poco tiempo. Se ignora el por qué de esta baja presupuestación. No obstante, cabe citar algunas observaciones que se han realizado sobre la dificultad en el incremento de las ventas.» Se escribe, a continuación, que este departamento no tiene suficiente información sobre los programas que produce RTVE, que no disponen de suficientes «requisitos técnicos para la venta de programas, entre ellos la posibilidad de grabarlos en videocassettes. Este dato e importante, ya que, existiendo en RTVE, en algunos casos, despilfarro de medios, el retraso con que se cumplen los compromisos de entrega por esta causa ocasiona pérdidas importantes».

El 10% de los contratos de los artistas

Los interventores señalan también un segundo grupo de dificultades que menoscaban la rentabilidad en las ventas: los porcentajes que corresponden a los actores y a determinados autores de programas cuando son contratados por los servicios de producción.

El informe denuncia, en el primer caso, la cláusula once del contrato artístico, que estipula para cada actor un 10% por cada cesión o venta del programa al extranjero. La define como cláusula totalmente ruinosa para RTVE, pese a haber sido denunciada repetidamente por la subdirección de comercialización y llevaría a absurdos tales como el siguiente: en el supuesto de que se obtuvieran 2.095.360 pesetas por las ventas de los trece primeros episodios de Curro Jiménez, habría que abonar a los actores 5.507.878 pesetas. «Afortunadamente para RTVE, los actores no lo han reclamado en su totalidad.»

En cuanto a los porcentajes de participación en ventas al extranjero que corresponden a determinados autores, se cita -como caso más significativo a Félix Rodríguez de la Fuente. El señor Rodríguez de la Fuente obtiene el 45% de los ingresos por ventas de sus programas en super 8. El informe aporta otros complicados porcentajes de los que se deduce que RTVE percibe tan sólo el 10% más que las cantidades que corresponden al autor.

Un tercer grupo de causas que dificultan la comercialización consiste, según el informe, en «faltas de previsión a nivel de la dirección de TVE, como la ocurrida con el programa Cañas y barro, para el que se adquirieron los derechos de grabación y emisión a través de sus antenas, pagándose 150.000 pesetas. Al no pedirse la adquisición «conjunta de los derechos de ventas, hubo que llegar posteriormente a un acuerdo con los herederos del autor, en virtud del cual se abonan 50.000 pesetas por cada país donde se comercializa la obra».

La promoción de programas consiste, según el informe, en «la explotación de tipos y personajes que aparecen en la pantalla, siendo, según los profesionales de este ramo, una fuente de ingresos en otras televisiones», mientras que en RTVE no representa un apreciable volumen de recursos. Las causas son casi idénticas a las descritas en el epígrafe de ventas.

Las oportunidades

La falta de agilidad administrativa en la concesión de contratos produce, en ocasiones, «arrepentimiento en el aspirante a contratante. Cabe citar una petición originada en noviembre de 1978 para la explotación comercial discográfica de la música de El hotel de las 1. 001 estrellas, que, ante el fracaso del programa, se desistió cuando llegó el acuerdo, en febrero de 1979».

«Por otro lado, existen operaciones que denotan poca visión comercial en TVE y gran instinto en los contratantes. Así se da el caso de un contrato firmado por Francisco Costas y otros por el que se acuerda comercializar los subproductos del programa La segunda oportunidad, del que aquellos son creadores. Las condiciones: 50% de los beneficios para ambas partes. Fecha del mismo, 3 de octubre de 1977. En abril de 1978 se firma otro contrato con don Francisco Costas, por el cual éste utiliza el título del programa anterior para un libro de su propiedad y entrega a RTVE 300.000 pesetas. Como le corresponde el 50% de lo mismo, RTVE percibiría 150.000 pesetas.»

En lo que se refiere al control interno de este departamento se indica que los servicios de producción no informan a la subdirección de comercialización sobre los anticipos entregados a guionistas o directores para deducirlos de los porcentajes que correspondan en las ventas. Se señalan, entre otros, estos factores negativos del control: «Dado que se tiene encomendada a Fotofilm, SA, la venta de super 8, debería realizarse alguna investigación acerca de la veracidad de las liquidaciones que presenta»; «los recibos de ingreso los emiten los servicios de la propia subdirección, sin ninguna sistemática ni numeración», y que «no exite separación de funciones entre el servicio que recibe los fondos y el que maneja los registros de cuentas a cobrar».

Los interventores de Hacienda informan de que, «solicitada una relación de clientes morosos el 31 de enero de 1979 por la venta de programas, se proporcionó una lista en la que figuraban clientes de países extranjeros y nacionales». Entre ellos, destaca el «inicio de un procedimiento cobratorio a instancias de la intervención delegada, para cobrar una deuda de doce millones de pesetas».

Ante las dificultades que tiene este departamento para realizar sus funciones, la auditoría formula la siguiente conclusión: «El aspecto patrimonial de estos ingresos en un organismo autónomo comercial como RTVE es algo que debe potenciarse por las enormes posibilidades que ofrece, apoyando la subdirección de comercialización, mejorando la coordinación con los centros de programación y eliminando la separación de funciones con la publicidad indirecta ubicada en la gerencia de publicidad.»

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