El petróleo del mar del Norte no reduce el déficit exterior británico

La cuenta corriente de la balanza de pagos británica arrojó un déficit de 2.418 millones de libras (unos 360.000 millones de pesetas) en el año 1979, en comparación a un superávit de 718 millones el año precedente, según cifras oficiales publicadas en esta capital.

El déficit de los intercambios comerciales visibles asciende a 3.233 millones de libras (unos 480.000 millones de pesetas), a los que hay que restar un superávit de 815 millones en invisibles (comisiones bancarias, seguros, fletes y turismo).Aunque el déficit en cuenta corriente se acerca bastante a las previsiones hechas por el Tesoro el pasado noviembre -se había previsto un déficit de 2.500 millones de libras (unos 375.000 millones de pesetas)-, sin embargo, la cifra es sensiblemente superior a la proyectada en el presupuesto de junio, que sólo ascendía a 750 millones de libras.

El deterioro de la balanza comercial se produjo a pesar de haberse registrado un aumento considerable de la producción de petróleo del mar del Norte, que redujo el déficit en el comercio petrolífero de 1.200 millones a 804 millones de libras. El Departamento de Comercio ha manifestado que las exportaciones se vieron afectadas en el primer semestre del año por los problemas registrados en el comercio con Nigeria e Irán, países que compraron mil millones de libras menos de productos británicos en 1979 que en 1978.

La reducción del superávit en el comercio invisible, que ha bajado de 2.207 millones de libras a 815, hay que imputarla principalmente a los mayores beneficios de las compañías petrolíferas, a un aumento en los gastos de viaje al extranjero y, sobre todo, al incremento de la contribución británica al presupuesto comunitario. De ahí la importancia que el Gobierno conservador, apoyado por el resto de los partidos del arco parlamentario, concede a la reducción de la aportación británica, que, caso de no conseguirse, supondrá para Gran Bretaña una factura en 1980 de más de mil millones de libras.