La FIAT rechaza un plan del PCI para "salvar" la compañía
La dirección de FIAT, primera empresa automovilística de Italia, rechazó ayer un llamado plan de salvación para la compañía, presentado por el Partido Comunista italiano (PCI), al tiempo que informaba, en la carta anual a los accionistas, que el balance del grupo en el año 1979 fue, en términos generales, positivo. Aunque los datos del balance consolidado de la compañía serán hechos públicos oficialmente en Abril. la Carta a los accionistas de Gianni Agnelli, presidente de FIAT. informa que el grupo obtuvo unos beneficios globales de 765.000 millones de liras (unos 63.000 millones de pesetas) frente a los 690.000 millones del año anterior.El rechazo del plan del PCI, presentado por la mañana en Turín, y el anuncio de los beneficios globales -pese al reconocimiento de pérdidas de 100.000 millones de liras (8.000 millones de pesetas) en sus filiales de automóviles y vehículos industriales- parecen ser una respuesta a la enorme campaña informativa desatada estos días en Italia en torno al presunto momento crítico que vive la compañía. Estas informaciones estaban basadas en los supuestos descensos en ventas de la principal compañía automovilística italiana (más de 360.000 empleados) y en la aparición, confirmada ahora, de números rojos en sus actividades en el sector de automoción.
El plan del Partido Comunista italiano para «salvar» a la FIAT, anunciado a bombo y platillo después de un seminario sobre la compañía de expertos industriales del PCI, celebrado en Turín, proponía que el Estado acudiera en ayuda de la empresa para evitar su colapso financiero. Aunque los comunistas evitaban, e incluso rechazaban, hablar de «nacionalización», en su programa de ayuda se decanta que sólo una colaboración del Estado y los sindicatos puede salvar a la empresa del desastre final o de la competencia exterior.
En la carta a los accionistas, y en datos filtrados por la compañía a la prensa, se ofrece una situación de la empresa generalmente distinta a los manejados por el grupo comunista en su propuesta. Así, a la hora de analizar los beneficios se indica que los hubo y que éstos fueron superiores a los de 1978. Pero también se reconoce que las filiales del automóvil (FIAT Auto. SpA) y la fabricante de vehículos industriales, registraron pérdidas de 50.000 millones de tiras cada una.
En cuanto a ventas, los datos publicados ayer, y confirmados por Agnelli, por algunos medios indicaban que el grupo FIAT las aumentó un 16% en 1979 con relación al año 1978. hasta totalizar 15.250 millones de liras (un billón de pesetas aproximadamente), mientras que las de la filial automovilística fueron de 7.000 billones de liras, es decir, un 27% más que en el ejercicio anterior.
Otras informaciones, como las del diario Repubblica, que en su primera página titulaba ayer que la «FIAT tiene sus ruedas pinchadas», ofrecían un balance más desolador e indicaban que la FIAT tiene un futuro incierto en los próximos años, ante la imposibilidad de competir con la industria automovilística exterior, que en los últimos años la ha ido comiendo mercado paulatinamente, incluso en Italia. Informaciones como ésta hicieron descender el valor de las cotizaciones de la empresa en Bolsa hasta un 5% de su valor.
En la nota de rechazo del plan del PCI, que ayer hizo pública la empresa, se acusa a las centrales sindicales de ser directamente las responsables de la difícil situación que atraviesa la compañía. En este sentido se hacía hincapié en que los trabajadores de FIAT disfrutan de la jornada más corta de Europa en el sector automovilístico, y el número de horas perdidas en la empresa (nueve millones), tanto por huelgas como por absentismo, no tiene parangón en ninguna compañía en Europa.
El documento también acusa al PCI de demagogia cuando en su plan propone un programa de recuperación de horas perdidas, ya que, según indica la nota, las centrales sindicales son las directamente responsables de la situación.
