Desconcierto
No es infrecuente oír a cualificados especialistas del mercado remedar la máxima platónica y referirse a que lo único que tienen claro con relación a la Bolsa es que apenas saben nada de ella.En la mañana de ayer este comentario adquirió carta de naturaleza en el parqué, a la vez que numerosos habituales se preguntaban por la identidad del loco de turno. Y es que subidas como las que se produjeron en los sectores industriales, cuyos valores hace ya tiempo perdieron. junto con sus dividendos, el favor de los inversores, no son normales.
Remontes aislados como el que apuntábamos de Galerías -un 70% en nueve sesiones- o el de Energías, se puede aceptar que se deban a los esfuerzos aislados de sus mentores. Pero una subida del indicador particular del grupo químico de más de cuatro puntos, o una mejora de Hornos superior al 10%, acompañada de avances en los valores de mayor significación de su sector, es algo que difícilmente puede ser catalogado de reacción aislada. Por el contrario, estos movimientos al alza parecen responder a algún tipo de estrategia convenientemente orquestada, cuyo fin, por el momento, se nos escapa, pero cuyo origen estaríamos encantados de conocer.
La sesión en la Bolsa de Bilbao fue de nuevo suspendida por la irrupción en este caso de los trabajadores de Nervacer, otra empresa metalúrgica con problemas.
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