El Gobierno, indeciso
Mientras el Gobierno británico permanece indeciso sobre el tema de los Juegos Olímpicos, la asociación olímpica de este país ha manifestado que toda la especulación existente sobre una posible cancelación de los Juegos «no servirá más que de acicate a los atletas británicos, para realizar una buena actuación en Moscú».El posible boicot a los olímpicos fue discutido el pasado lunes durante las conversaciones mantenidas en el Foreign Office por el subsecretario de Estado norteamericano, Warren Christopher.
La postura de Londres, según ha trascendido en círculos oficiosos, es que el Gobierno británico estaría dispuesto a reconieridar un boicot de los Juegos si los norteamericanos consiguen convencer en ese sentido al resto de sus aliados occidentales, algo que parece poco probable por el momento.
La propia Margaret Thatcher eludió entrar en el tema en un debate en los Comunes el pasado martes. cuando un diputado le interrogó sobre el particular.
La dificultad para el Gobierno británico, como para otros occidentales, radica en el hecho de que el Comité Olímpico nacional es una asociación privada y, por tanto, la Administración sólo puede hacer una recomendación, pero no forzar una retirada. En Inglaterra existe el precedente de que tales recomendaciones no sirven para nada, como ha quedado demostrado con una gira que realizará a Suráfrica la selección de rugby británica British Lions el próximo verano, a pesar de las presiones que el Ministerio de Deportes y el Gobierno han ejercido cerca de la Asociación de Rugby para obtener la cancelación de la visita.
Y la asociación olímpica británica es completamente opuesta a la cancelación de la participacion británica. Sir Dennis Follows, presidente de la asociación, ha declarado que no conoce ni un solo atleta británico que desee participar en el boicot. «Los boicots, en mi opinión, no han servido nunca para nada», manifestó. « En esta ocasión deberíamos hacer precisamente todo lo contrario: aprovechar la oportunidad de estos Juegos para que la voz del mundo occidental sea escuchada en Moscú.»
Por su parte, el secretario de la asociación, Dick Palmer, dejó bien claro que «la invitación para participar en los Juegos no ha sido hecha a Margaret Thatcher, sino a nosotros. Y por el momento no existe ningún plan que contemple nuestra retirada».
La gran esperanza británica de los Juegos, Sebastián Coe, que ostenta tres récords mundiales, ha declarado, a través de su padre y entrenador, que piensa seguir adelante con sus ejercicios diarios, con el fin de conseguir nuevas marcas. «Si éstas se consiguen en Moscú, tanto mejor», dijo.
La polémica ha salpicado incluso a los miembros de la familia real. Así, mientras el secretario general de la Federación Ecuestre Internacional, Friz Widmer, ha declarado en Berna que el príncipe Felipe de Edimburgo había aceptado representar a la federación, de la que es presidente, en los olímpicos. un portavoz del palacio de Buckingham se ha apresurado a señalar que los planes de viaje del príncipe no están todavía definidos. El portavoz añadió que el viaje se decidirá «a la vista de las circunstancias».
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