Mañana comienza el sínodo de la Iglesia holandesa en la Ciudad del Vaticano

Mañana, 14 de enero, y hasta el próximo día 26, tendrá lugar en la Ciudad del Vaticano el sínodo de los obispos de los Países Bajos, reunión en la que va a ser analizada la situación de la Iglesia en Holanda. El orden del día incluye numerosos aspectos teóricos y pastorales referidos a la concreta situación holandesa.El tema de este sínodo particular, informó, por otra parte, monseñor Jozef Tomko, secretario general del Sínodo de los Obispos, será «la acción pastoral de la Iglesia en Holanda en el marco de la situación actual», y ello con una finalidad concreta: «para que se manifieste claramente la comunión eclesial». Lo que quiere decir que, por ahora, esa comunión eclesial no se manifiesta claramente en Holanda y que ha habido alguno que otro de esos «fallos» a los que aludió el purpurado.

A pesar de repetidas preguntas de los periodistas sobre los seminarios, la confesión, la actividad de los sacerdotes casados, etcétera, ni el cardenal ni el secretario general del sínodo quisieron entrar en detalles ni concretar datos, hechos o nombres, alegando que «no sería honesto hacerlo antes de la reunión del sínodo». Monseñor Tomko, en su intervención, recordó la cronología de la preparación de este sínodo particular, el primero de este tipo que se reúne desde la institución por el papa Pablo VI, el 15 de septiembre de 1965, del Sínodo de los Obispos, a escala de la Iglesia universal.

El orden del día, publicado en Utrecht el 20 de diciembre pasado, fue preparado colegialmente tanto en Roma como en Holanda y aprobado por el Papa. Consta de una introducción y tres partes. En la introducción, la situación eclesial en Holanda se indica en el marco del desarrollo social y cultural de la sociedad neerlandesa, y se explican brevemente los motivos de la convocatoria del sínodo: en términos generales se habla de dificultades y de amenazas a la unidad de la Iglesia.

La primera parte del orden del día es un análisis teórico, según la doctrina del Vaticano Il, de lo que es la Iglesia como comunión, con la indicación de que, en el caso de los Países Bajos, es preciso «delimitar las competencias».

La segunda parte del orden del día se refiere a la «colaboración de todos cuantos intervienen en la vida pastoral, y a sus problemas en la concreta situación holandesa. Esta parte, quizá la más concreta, alude a la misión propia de los obispos como «maestros de la fe y la moral. La tercera parte del orden del día se refiere a «algunos sectores de la vida eclesial»: importancia de la eucaristía y otros sacramentos, así como de la liturgia, en la vida de los fieles, y la organización práctica de la catequesis y las actividades ecuménicas.