Brejnev niega el carácter de intervención a la presencia de la URSS en Afganistán

Leónidas Brejnev, dirigente máximo de la URSS, afirmó ayer en Moscú que las unidades soviéticas enviadas a Afganistán serán retiradas completamente de este país cuando desaparezcan las causas que llevaron a las autoridades afganas a pedir su entrada en él y pidan su evacuación. Brejnev, que negó que la presencia soviética se trate de una intervención militar, precisó que la única tarea del contingente militar allí enviado consiste «en ayudar a los afganos a rechazar la agresión exterior».

Las manifestaciones de Brejnev coinciden con una cierta suavización de la tensión norteamericano-soviética a propósito de la crisis afgana. Medios diplomáticos de la capital estadounidense no descartaron una vuelta, a muy corto plazo, de los funcionarios diplomáticos que en las legaciones de uno y otro país fueron obligados a abandonar Estados Unidos y la Unión Soviética, mientras el boicot comercial emprendido inicialmente por Washington ha experimentado una apreciable detención. Las sanciones norteamericanas se ceñirían, por ahora, al traslado de la sede de los Juegos Olímpicos a Montreal o a Munich, bajo propuesta norteamericana, y, con el apoyo del primer ministro canadiense, Joe Clark.Mientras, las reacciones internacionales ante la crisis motivada por la presencia soviética en Afganistán continúan sucediéndose. Faruk Kadumi, jefe de la sección política de la Organización para la Liberación de Palestina, elogió la intervención soviética, y el representante de la India ante las Naciones Unidas. Brajesh Mishra, dijo que Moscú había dado garantías a Nueva Delhi de que se retiraría de Afganistán si Kabul lo exigía, y mostró una actitud favorable a la URSS.

Por su parte, el Partido Comunista italiano, que ha manifestado «su más seria reprobación a la intervención militar soviética», presentó ayer una petición de debate urgente del tema ante el Parlamento Europeo de Estrasburgo.

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