Probable crédito alemán de 9.000 millones para financiar el Plan de Saneamiento Integral
El Plan de Saneamiento Integral (PSI), cuyas obras principales comenzarán a ejecutarse el próximo mes de julio, necesitará para su financiación un crédito puente de 9.000 millones de pesetas, según informó ayer el concejal de Saneamiento y Medio Ambiente, Manuel Mella. Dicho crédito está siendo gestionado por técnicos municipales a través de bancos alemanes.
Aun cuando las necesidades financieras para 1980 están prácticamente cubiertas con el presupuesto ordinario, debido al escaso monto de la primera fase de la obra, el crédito es indispensable para garantizar el éxito de la operación, que es, con sus 32.500 millones de coste, la obra más importante que efectuará la actual Corporación. El crédito, caso de cristalizar las negociaciones, sería avalado por un grupo de bancos españoles, y las garantías para su devolución las basa el Ayuntamiento en el alza de las cuotas de los precios del agua.Fuentes municipales aseguraron ayer que las gestiones para la obtención de este crédito van por buen camino, lo cual permite asegurar al equipo de gobierno del Ayuntamiento que se mantendrán los plazos inicialmente previstos en el Plan, que debe estar terminado para mediados de 1984.
Dos han sido las dificultades fundamentales que la nueva Corporación se ha encontrado para llevarlo adelante: el sistema de financiación y el hecho de haberse dividido la obra en ocho grandes bloques, de coste muy elevado y cuya contratación no se podía subdividir.
Según el plan aprobado por el Ayuntamiento y el Consejo de Ministros en el transcurso del año 1977, el coste del PSI debía financiarse mediante el aumento de las cuotas del agua. Esto significaba, en definitiva, que eran las propias empresas constructoras las que debían financiar las obras, cuyo coste irían recuperando en ocho años, a medida que el Canal de Isabel II cobrase este incremento de tarifas.
Por otra parte, cada uno de los ocho bloques del proyecto primitivo era de tales proporciones que no resulta extraño que ninguna de las grandes empresas constructoras se presentase al concurso convocado en junio del pasado año, sobre todo ante las condiciones de financiación del mismo.
Ante esta situación, el nuevo Ayuntamiento optó por Financiar las obras mediante créditos, de forma que las empresas constructoras puedan cobrar a medida que entregan las obras, y los costes de financiación corran por cuenta de la Corporación madrileña, teniendo siempre presente que al final del proceso los 32.500 millones, más los costes financieros, recaerán sobre el bolsillo de los consumidores a través de las tarifas del agua.
Para animar a que las empresas constructoras acudan al concurso de ejecución, la división de ocho bloques se ha ampliado hasta veinte, algunos de ellos de dimensiones relativamente reducidas, hasta el punto de que incluso puedan concursar empresas de tamaño medio o pequeño.
El Ayuntamiento asegura que esta nueva agrupación de bloques supone una serie de ventajas, sobre todo de tipo económico, al haberse separado la construcción de colectores y depuradoras y al permitir que los pequeños colectores se acometan individualmente y de forma inmediata. Añade que la construcción de la red secundaria puede anticiparse porque estas obras se han trasladado a un bloque cero o bloque colchón, cuyos trabajos pueden contratarse de forma separada.
Por otra parte, y ante el contencioso que los ayuntamientos de Toledo y Talavera tienen planteado con el de Madrid por vertidos en el río Tajo, el socialista Alonso Puerta, segundo teniente de alcalde, manifestó que ambas corporaciones podrán seguir las obras del PSI.
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