El nuevo Gobierno portugués somete hoy su programa al Parlamento

El primer ministro portugués, Francisco Sa Carneiro, presenta esta tarde al Parlamento el programa de acción de su Gobierno. El debate se desarrollará los días 15, 16 y 17 de enero.Se espera que el jefe del Gobier no plantee una votación de confianza. En opinión de la nueva mayoría, el voto tendría como finalidad vincular más claramente al Parlamento en la ejecución del programa, ya que la Constitución portuguesa permite que el ejecutivo se considere autorizado por la Asamblea por el solo hecho de no haberse pronunciado contra su programa la mayoría de los diputados.

Ayer, el presidente de la República, general Ramalho Eanes, presidió la ceremonia de toma de posesión de los 37 secretarios y subsecretarios de Estado que completan el elenco gubernamental. De los 37, diez pertenecen al Partido Social Demócrata. (PSD); otros diez, al Centro Democrático Social (CDS), y diecisiete no están inscritos en ningún partido, aunque sean considerados próximos de estas dos principales formaciones de Alianza Democrática. Los «reformadores» y los monárquicos no ocupan ningún cargo en el nuevo Gobierno.

La composición de este Gabinete es poco diferente de la de los anteriores, casi las únicas novedades son la creación de una Secretaría de Estado para la Integración Europea y un Departamento de la Familia, atribuido a una representante del Partido Demócrata Cristiano, la cual, junto a la Secretaría de Estado para la Emigración, que pertenece al PSD, son las únicas mujeres del Gobierno de Sa Carneiro.

Los representantes de los partidos de la oposición, que han sido recibidos por Pinto Balsemao, ministro encargado de las Relaciones con el Parlamento, no han revelado el contenido de las conversaciones, que, según se ha podido saber, han estado centradas en los temas de defensa nacional y de política exterior. A la luz de las declaraciones efectuadas al final de dichas audiencias se desprende que el Gobierno tiene intención de presentar al Parlamento un proyecto de ley de Defensa Nacional. Los comunistas se han limitado a recordar al Gobierno que no es admisible la confusión entre «defensa nacional y seguridad del Estado», y sus aliados del Movimiento Democrático Popular (MDP) contestan la oportunidad de la elaboración de una ley de Defensa Nacional por un Gobierno cuyo «horizonte temporal» es tan limitado como el actual. Han recordado también su adhesión al principio del servicio militar obligatorio.