Küng insiste en su deseo de dialogar con el Papa
El teólogo católico Hans Küng, cuya condena a no enseñar en nombre de la Iglesia fue ratificada el sábado por el Vaticano, ha reiterado su disponibilidad a entrevistarse personalmente con el papa Juan Pablo II, al tiempo que ha denunciado duramente, en un comunicado público y en unas declaraciones al corresponsal de EL PAIS en Bonn, Julio Sierra, los procedimientos seguidos contra él por el ex Santo Oficio.
En su comunicado, el profesor de Teología Dogmática de la Universidad de Tubinga (República Federal de Alemania) lamenta que «el Papa haya juzgado a un hombre al que no ha escuchado», y recuerda que ha solicitado varias veces al Papa, la última a través del obispo de Rottenburg, que acceda a un diálogo con él. En su entrevista con EL PAIS, Küng asegura que su proceso será perjudicial para el diálogo de la Iglesia católica con las demás confesiones religiosas, y, califica a Roma como «un ghetto donde se ha encerrado la Iglesia».En defensa de la decisión adoptada por el Vaticano salió el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, cardenal Joseph Höeffner, quien afirmó que la postura de Küng es «expresión de una terrible y excesiva autosuficiencia».
La confirmación de la sentencia contra el teólogo suizo fue anunciada en la sala de prensa del Vaticano el sábado, después de la cumbre que tuvo lugar la noche anterior, en Castelgandolfo, entre el Papa, una delegación alemana compuesta por tres cardenales y dos obispos, el secretario de Estado, cardenal Cassaroli, y el prefecto y secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, organismo que condenó a Küng.
En el comunicado publicado conjuntamente en Roma y en Alemania se afirma que «después de una profunda valoración de las últimas afirmaciones del profesor Küng, todos los participantes en la cumbre llegaron a la conclusión de que, por desgracia, no constituyen una base suficiente para modificar cuanto había sido decretado en la declaración del 15 de diciembre». Y añade: «Ante tal situación, el profesor Küng no puede, evidentemente, continuar desarrollando el encargo de teólogo profesor por mandato de la Iglesia, y el ordinario del lugar tiene el deber de poner en práctica las consecuencias canónicas y concordatarias.»
Recuerda el comunicado que la declaración emanada el 15 de diciembre por eI ex Santo Oficio «se había hecho inevitable para defender el derecho de los fieles a recibir íntegramente la verdad enseñada por la Iglesia», después de que habían sido vanos todos los esfuerzos para «que el profesor Küng renunciara a sus posiciones».
La cumbre celebrada en Roma, se afirma también, había sido decretada por el Papa «porque el profesor Küng había manifestado en un coloquio con su obispo, monseñor Moser, su disponibilidad a esclarecer sus propias opiniones». Pero las aclaraciones del teólogo de Tubinga no han convencido a la reunión.
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