La Escuela de Arquitectura de Madrid
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La Escuela de Arquitectura de Madrid se encuentra en una situación extremadamente crítica. La expulsión de un centenar de alumnos ha sido el detonante que ha llevado a sus compañeros a interrumpir las clases y a poner en cuestión todo el funcionamiento del centro. Posteriormente han sido apoyados por un gran número de profesores que, como ellos, solicitan la dimisión y sustitución del equipo directivo como paso previo a la salida de la crisis.
La Escuela ha estado durante los cinco últimos cursos bajo la dirección de tres catedráticos, titulares de asignaturas marginales y altos funcionarios de distintos ministerios. Un centro de enseñanza multitudinario, con 5.000 alumnos -más de un tercio de los de la Universidad Politécnica- ha sido gobernado con una dedicación muy escasa e ineficaz mente y ha visto así ignorados todos sus problemas, de modo que el caos, el deterioro y la tensión son los auténticos dueños de la vida escolar.
La Escuela de Arquitectura ha de cambiar, transformándose o dividiéndose, pero, en cualquier caso, reformada en profundidad. Una reforma que solamente podrán acometer personas auténticamente dedicadas, capaces de ofrecer un mínimo de confianza y de arbitrar el proceso de formación de un claustro aceptable y eficaz.
El director y su equipo pretenden hoy reanudar las clases sin resolver ningún conflicto, habiendo cerrado la Escuela como única res puesta a todas las demandas y pre tendiendo la formación de un claustro -ahora, como siempre, la Escuela carece de él- de composición inaceptable y producto de pasadas políticas. Las soluciones necesitan ser discutidas serenamente pero hay, al menos, una condición «sine qua non» para llegar a ellas la desaparición como directivos de unos funcionarios mal dedicados que han tenido muy poco de profesores y que han dejado naufragar al centro en una serie ininterrumpida de crisis internas. El poder y la responsabilidad que se les concedió- rebasaba por completo su capacidad directiva.
La asamblea general de profesores ha -hecho llegar al ministro de Universidades e Investigación una carta firmada por 127 profesores -siete de ellos catedráticos numerarios- en la que manifiestan el propósito de paralizar sus funciones docentes en tanto no se produzca el cese de la dirección actual, y quiere, a través del presente escrito, dar conocimiento de ello a la opinión pública.
José Tovar Larrucea
(En nombre de la asamblea general de profesores de la ETS de Arquitectura de Madrid.)
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