El Comecon lanza dos proyectos económicos interestatales

Dos grandes proyectos económicos servirán de banco de pruebas para un intento de integrar aún más los Estados del Comecon o mercado común socialista. Se trata de la construcción de una fábrica de celulosa en Ust-Ilimsk (Siberia oriental) y de un combinado de amianto en Kujembai, Kasachstan.Los pequeños países socialistas del Este tomarán parte en ambos proyectos soviéticos y recibirán como contrapartida, por su envío de maquinaria, instalaciones, material, medios de transporte y mano de obra, parte de la producción de celulosa y amianto. Las empresas, sin embargo, quedarán en posesión de la Unión Soviética.

La fábrica de celulosa alcanzará una producción anual de 500.000 toneladas cuando, funcione a pleno rendimiento. La idea de esta cifra puede darla el hecho de que la producción total de celulosa en Austria fue, en 1978, de 790.000 toneladas.

Los países del Este europeo que participen en el proyecto recibirán durante doce años gratuitamente 50.000 toneladas de celulosa anuales, como compensación por su cooperación en el proyecto.

También la planta de amianto tendrá una capacidad de 500.000 toneladas cuando esté terminada. Los Estados socialistas europeos recibirán, durante doce años, 180.000 toneladas de amianto anuales por su participación.

Dado que la participación o no en el proyecto soviético es libre, algunos países del Comecon, como Checoslovaquia, han renunciado a tomar parte en uno u otro proyecto.

Checoslovaquia, por ejemplo, no participa en el combinado de Ust-Ilimsk porque tiene proyectos de celulosa propios; en cambio, sí colaborará en la construcción de la planta de amianto.

Rumania, que se ha mostrado siempre crítica y distanciada ante los proyectos del Comecon, participa, sin embargo, en la construcción de ambas plantas.

Durante el plan quinquenal vigente (1976-1980), los países del Comecon efectuaron un total de diez grandes proyectos de integración.

A excepción de uno, todos ellos fueron llevados a cabo en territorio de la Unión Soviética, y los costes ascienden a unos 10.000 millones de rublos convertibles.