Un preso de ETA (p-m), puesto en libertad provisional el mismo día que liberaron al secuestrado

Coincidiendo, con la liberación del diputado de UCD, Javier Rupérez, el militante de ETA (p-m) José Luis Artola fue puesto en libertad provisional, bajo fianza de 200.000 pesetas, por orden del juez encargado del caso. Artola había ingresado en la prisión provincial de Pamplona el pasado mes de marzo. En relación con esta coincidencia, la secretaria de Estado para la Información desmintió ayer que tuviera algo que ver una libertad y otra, y aseguró que la libertad bajo fianza, de Artola se dictó el día 11, un día antes de que éste saliera de prisión.

La puesta en libertad bajo fianza de Artola se ha interpretado en algunos círculos políticos vascos como la primera muestra del Gobierno después de las presuntas negociaciones mantenidas a través de intermediarios con portavoces autorizados de ETA (p-m), a raíz del secuestro del diputado Rupérez. Según informó a EL PAIS el abogado defensor de Artola, José Fermín Arraiza, «en los últimos días se ha notado un cambio en la política que se llevaba en los juzgados para conceder libertades provisionales, porque desde hace tres meses no se concedía ninguna libertad provisional a miembros de ETA. Incluso varios fiscales habían recurrido contra la puesta en libertad de determinadas personas, me imagino que por indicaciones de las altas instancias de la Fiscalía General».Por lo que respecta a la libertad de José Luis Artola, considerado como uno de los hombres fuertes dentro de ETA (p-m), Arraiza señaló que «es mucha coincidencia que quedara en libertad provisional el mismo día que ETA (p-m) liberaba a Rupérez. Esto hace presuponer que, con referencia a esas presuntas negociaciones entre el Gobierno y ETA (p-m), le han soltado porque alguien habrá dicho que puede quedar en libertad ».

En este sentido, EL PAIS ha podido saber que el martes pasado un grupo de familiares de Artola se entrevistó en Madrid con diversas personas relacionadas con la Audiencia Nacional, para interesarse por la posibilidad de que el etarra pudiera quedar en libertad provisional. En aquella ocasión las fuentes judiciales señalaron que «Artola podía quedar en libertad y es de los que ... », lo que fue interpretado como un compás de espera en tanto Javier Rupérez no quedara definitivamente en libertad.