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El Español cambiaría a Sarriá por Montjuich

La posible recalificaciónde los terrenos que ocupa el Español con sus instalaciones deportivas en Sarriá y el futuro del vetusto estadio de Montjuich han vuelto a ser noticia en Barcelona.Ahora estos dos lugares comunes de la temática deportiva en la Ciudad Condal se ven ligados en una fórmula conjunta de solución, que podría desarrollarse así: el Ayuntamiento de Barcelona accedería, tras la aprobación de su comisión de Urbanismo, a recalificar los terrenos de Sarriá, y éstos dejarían de ser «zona de equipamiento» (hospitales, polideportivos, servicios y hasta cárceles, no confundir con «zona verde») y pasarían a ser «zona edificable». Así, el presidente Meler podría vender en unos 2.000 millones de pesetas. A continuación, la oferta de Meler al Ayuntamiento presenta en contrapartida el acceso por parte de la entidad españolista a la posesión del viejo Montjuich, que, sin dejar de ser propiedad del Ayuntamiento y, en consecuencia, de la ciudad, sería utilizado por el club blanquiazul.

La adecuación de Montjuich costaría al Español unos mil millones de pesetas, y para el club quedaría un beneficio similar a esta cantidad y además no utilizaría el crédito oficial del Mundial-82 para remodelación, ya que haría todo a la vez.

En definitiva -y aunque los números no salieran tan fáciles como se presentan-, no dejaría de ser un buen negocio para la deteriorada economía del Español, que podría afrontar su futuro con mayores garantías, contando además con un estadio moderno y con unas instalaciones, servicios y accesos de un alto nivel de comodidad, algo muy lejos de la situación actual.

La solución está en manos del Ayuntamiento, que, según parece, es proclive a estudia a fondo y con interés esta proposición españolista.

Si el Consistorio da el visto bueno, el presidente Meler debería pasar esta iniciativa por el tamiz de los socios, mediando una asamblea extraordinaria, dado que la premura de tiempo obliga a actuar con diligencia si se aspira a que el campo del Español acoja tres encuentros del Mundial-82, bien sea en Sarriá remodelado o en un Montjuich rehecho.

Por otra parte, el CF Barcelona también anda enfrascado en temas de instalaciones. La maqueta del Nou Camp remozado será presentada en el próximo mes de febrero, con sus 112.000 localidades -recordemos la ampliación de 20.000 nuevos socios, ya tratada hace pocas fechas en estas páginas- y hasta sus palcos de lujo (lavabo, agua caliente y otras comodidades), que deberán aprobar los socios.

Pero lo que es auténtica noticia en lo referente al Nou Camp es que el próximo miércoles día 19 el Barcelona liquidará todas las deudas contraídas en los años cincuenta por la construcción del estadio, que, recordemos, fue inaugurado el 24 de septiembre de 1957. En aquellos años se emplearon fórmulas financieras similares a las que ahora utiliza el presidente Núñez, cobrando los abonos de los socios con cinco o diez años de adelanto. Como esto no fue suficiente, se libraron sucesivas emisiones de obligaciones y bonos de caja, que el próximo día 19 se liquidarán definitivamente ante el notario barcelonés Juan Fabregat.

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